BRASILIA, - El Ejército de Brasil patrulló durante la madrugada dee ayer las principales avenidas de Salvador de Bahía, una de las ciudades que será sede de la Copa del Mundo, pese al fin de la huelga policial que comenzó el martes y dio lugar a una ola de asesinatos y saqueos.

Los militares recorrieron Salvador, capital del estado más poblado de la región nordeste, donde entre el jueves y ayer se registraron ocho asesinatos, cuando la policía permanecía en huelga.

El jueves, luego de anunciado el fin del paro policial, la presidenta Dilma Rousseff y el gobernador bahiano Jaques Wagner resolvieron que las tropas militares y de la Fuerza Nacional de Seguridad continúen en Bahía por lo menos hasta después del fin de semana prolongado de Pascua, citó la agencia Ansa.

Los efectivos en huelga retomaron sus labores a las 19 del jueves, luego de una reunión entre representantes de su sindicato y del gobierno de Bahía, informaron las agencias de noticias ABR y DPA.

Los policías realizaron el paro en demanda de mejoras salariales y "un nuevo modelo de gestión para la seguridad pública", y "casi todas las reivindicaciones fueron atendidas" en la reunión del jueves, afirmó el presidente de la Asociación de Policías y Bomberos y sus Familiares del Estado Bahía (Aspra), Marco Prisco.

Durante el paro, que fue declarado ilegal por la Justicia, se suspendieron las clases, se produjeron saqueos y robos en varios comercios, y fueron asesinadas 39 personas, informó la Secretaría de Seguridad Pública de Bahía.

Fuentes del gobierno estiman que la huelga de Bahía puede ser emulada en otros estados cuando restan 55 días para el Mundial.

Mientras tanto, hoy el Ejército permanecía acantonado en el Conjunto de Favelas de la Maré, en Río de Janeiro, donde se quedará hasta 18 días después de la final de la Copa que se disputará en el estadio Maracaná, según lo dispone un decreto firmado por Rousseff.