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18-04-2014

Milicianos prorrusos se negaron a entregar sus armas

Uno de los líderes de los separatistas, Denis Pushilin, afirmó que estaban de acuerdo con que deben desalojar los edificios, medida acordada por Moscú y Kiev.

KIEV, - Las milicias prorrusas de Donestk, al este de Ucrania, exigieron ayer al gobierno central proeuropeo de Kiev que dimita como condición para que ellos desalojen los edificios gubernamentales y se negaron a entregar sus armas, tal como fue acordado el jueves en Ginebra.

Uno de los líderes de los separatistas, Denis Pushilin, afirmó que estaban de acuerdo con que deben desalojar los edificios, medida acordada por Moscú y Kiev, bajo los auspicios de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), en la primera reunión celebrada para solucionar la crisis de Ucrania.

"Pero antes (el primer ministro Arseni) Yatsenyuk y (el presidente Oleksandr) Turchinov deben marcharse de los edificios que ocupan ilegalmente desde su golpe de Estado", subrayó Pushilin, cuyos subordinados tiene copadas las instalaciones de la administración regional de Donetsk.

Estados Unidos rechazó las declaraciones de los rebeldes separatistas y subrayó la "responsabilidad" de Moscú en que se cumpla lo acordado en Ginebra.

"Rechazamos absolutamente las declaraciones de los separatistas de Donestk", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, quien además subrayó el "desacuerdo" de Washington con las afirmaciones de los prorrusos acerca de que el cambio de gobierno en Kiev fue un golpe de Estado.

"No hay paralelismo alguno entre la toma armada e ilegal de edificios gubernamentales, calles y espacios públicos en el este de Ucrania, algo que cubre claramente el acuerdo de ayer (en Ginebra), y una protesta legal y pacífica", agregó aludiendo a las manifestaciones que derrocaron al gobierno de Viktor Yanukovich.

El acuerdo alcanzado el jueves en Ginebra establece también el desarme de los separatistas de Donetsk, ciudad industrial que se rebeló contra Kiev después de que Crimea se anexó a Rusia. Sin embargo, los milicianos prorrusos sostuvieron que no tenían la menor intención de deponer sus armas.

"Primero es Kiev la que debe desarmar a Pravy Sektor (movimiento nacionalista ucraniano paramilitar), a la (recientemente creada) Guardia Nacional y a las otras formaciones ilegales", dijo uno de los voceros de los insurgentes, Kirill Rudenko.

Una vez que eso haya sucedido, "veremos si entregaremos las armas", destacó el líder de la recientemente creada República de Donetsken en declaraciones a la prensa recogidas por las agencias Efe y Europa Press.

Ucrania, cuyo gobierno no es reconocido por los rebeldes, y Rusia establecieron el jueves en Ginebra lo que fue visto como los primeros pasos hacia una distensión tras un mes de enfrentamientos en la frontera común.

El sorpresivo acuerdo, respaldado por Estados Unidos y la UE, pareció aliviar la tensión en lo inmediato, pero no parece garantizar una salida estable a largo plazo.

El primer ministro ucraniano, Arseniy Yatsenyuk, dijo al Parlamento que el gobierno ya elaboró un proyecto de ley para ofrecer amnistía a quienes estén dispuestos a dejar las armas y salir de los edificios ocupados.