MADRID, - El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por Pedro Sánchez, designó ayer su nueva Ejecutiva Federal y completó así el proceso de renovación con el que pretende recobrar la iniciativa para desbancar al conservador Mariano Rajoy de La Moncloa.

?Vamos a dar batalla a una derecha que provoca mucho sufrimiento, desigualdad y desempleo?, aseguró Sánchez, durante su discurso de clausura del Congreso Extraordinario del PSOE celebrado este fin de semana en Madrid, en el que fue ratificado como Secretario General.

Sánchez aseguró que quiere acabar con la ?crisis, la pobreza, la desigualdad, el independentismo y la violencia de género?; palabras que ?hay que desterrar? de un país que se siente ?hastiado, indignado y herido? por culpa de gobiernos del Partido Popular?.

Tras anunciar la nueva cúpula directiva, aprobada con el 86,29% de los votos- porcentaje superior al 80% de su predecesor Alfredo Pérez Rubalcaba-, Sánchez pidió a su partido ponerse ?manos a la obra para ser la alternativa? de cara a los ciudadanos españoles.

?Tenemos que hacer un planteamiento económico alternativo?, remarcó el nuevo líder socialista, quien subrayó que su partido tiene que ?trabajar en defensa de la clase media y trabajadora que está siendo hundida por las políticas de Mariano Rajoy?.

En ese sentido, Sánchez aseguró que la salida de la crisis es ?difícil pero no imposible? y que ?lo que hace falta es un buen gobierno?.

?Si algo dejó claro la crisis es que no hay nada más ideológico que la economía. Si algo hemos aprendido es que siempre fue la política?, apuntó Sánchez, antes de enumerar algunos de los problemas que se necesitan resolver, como el drama de ?los desahucios (desalojos) por impago inmobiliario en un país repleto de viviendas vacías que están siendo compradas por los bancos con dinero público?.

Además de marcar la diferencia con el derechista Partido Popular (PP) en temas económicos, Sánchez dejó claro que los socialistas son muy diferentes y que liderarán un proyecto de ?democracia radical?.

?A mi no me va a temblar el pulso para echar a un corrupto del Partido Socialista?, apuntó Sánchez, que además prometió publicar las cuentas del partido y bienes e intereses de cada uno de los cargos públicos socialistas.

Y cuando hoy sea recibido por el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, en el Palacio de La Moncloa, Sánchez sostuvo que le exigirá que asuma responsabilidades por la red corrupta Gürtel, el escándalo de corrupción que sacude al partido gobernante hace cuatro años y al raíz del cual se descubrió que la derecha llevó una contabilidad paralela durante décadas.

Al referirse al desafío soberanista de Cataluña, otro de los grandes temas que actualmente preocupan a los españoles, Sánchez defendió la ?tercera vía?, la propuesta socialista de ?modelo federal? frente a ?la recentralización de la derecha madrileña y el separatismo de Artur Mas? (en referencia a la propuesta del presidente catalán de celebrar un referendo independentista el próximo 9 de noviembre).

?Engañan los que dicen que libertad es igual a separación. Los catalanes y españoles queremos librarnos de los mismos males, que se llaman crisis, desigualdad, corrupción, que parece que hay mucha en Cataluña?, indicó.

?Hoy es un pésimo día para los que quieren un PSOE débil?, porque de este congreso salimos ?más fuertes y más unidos?, afirmó Sánchez.

El líder socialista puso así el broche al Congreso Extraordinario del PSOE que lo certificó como sucesor de Rubalcaba, avalando la elección que hicieron los militantes socialistas en una consulta interna realizada hace dos semanas.

El cónclave socialista no estuvo exento de tensiones pero finalmente cerró filas en torno a su flamante líder al aprobar por amplia mayoría la designación de la nueva Comisión Ejecutiva Federal (órgano Ejecutivo del partido de 38 miembros) y el Comité Federal -el máximo órgano entre Congresos- que aprueba el programa electoral.