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31-07-2014

La CIA reconoció que espió al Senado de EE.UU.

Según un comunicado difundido por el vocero de la Central de Inteligencia Americana, Dean Boyd, "algunos empleados de la CIA actuaron de manera inconsistente".

WASHINGTON, - La CIA, la principal agencia de espionaje de Estados Unidos, reconoció ayer que espió las computadoras de los miembros del Senado norteamericano que investigaban el uso de la tortura durante la época de George Bush, en nombre de la "guerra contra el terrorismo" y pidió disculpas.

Según un comunicado difundido por el vocero de la CIA, Dean Boyd, "algunos empleados de la CIA actuaron de manera inconsistente" con el entendimiento entre la agencia y la comisión investigadora del Senado, según reprodujo la agencia de noticias DPA.

El vocero agregó que el director de la CIA, John Brennan, le comunicó personalmente está conclusión a la senadora demócrata y presidenta de la comisión investigadora, Dianne Feinstein, y le pidió perdón.

En marzo pasado, en una comparecencia poco común ante el pleno de la Cámara Alta estadounidense, Feinstein, una veterana senadora, repasó paso por paso y frente a las cámaras de televisión los obstáculos que sembró la CIA para hacer fracasar la investigación de la comisión parlamentaria sobre el programa que autorizó el uso de tortura contra detenidos sospechados de terrorismo.

"La CIA escondió y destruyó evidencia de su programa de detención e interrogatorio, incluyendo la destrucción en 2005 de videos de interrogatorios, pese a las objeciones del equipo presidencial de George Bush y del entonces director nacional de Inteligencia", había denunciado la senadora, cercana al presidente Barack Obama.

Feinstein comenzó una investigación en 2009 que duró tres años.

Según denunció en marzo pasado, en mayo de 2010, los miembros de la comisión parlamentaria se dieron cuenta de que algunos documentos que la CIA había entregado originalmente habían sido removidos de las computadoras de los investigadores.

La CIA, según contó la senadora, primero negó que los documentos hubiesen sido removidos. Después culpó a los técnicos, que eran empleados tercerizados; y finalmente aseguró que había seguido órdenes del gobierno de Obama.

"Cuando pedí explicaciones y la Casa Blanca lo negó", aseguró en marzo la senadora.

En total, según Feinstein, 870 páginas fueron removidas en febrero de 2010 y unas 50, en mayo de 2010.

En aquel momento, el director de la CIA, Brennan, respondió a las inéditas acusaciones de Feinstein calificándolas de "injustificadas".

Cinco meses después, lejos de las cámaras de televisión se desdijo y pidió perdón. Resta saber qué consecuencias políticas y jurídicas tendrá la confesión de Brennan.