PARIS, Francia.- El presidente francés, François Hollande, anunció la puesta en marcha de "un gran plan" para adaptar la escuela pública al mundo digital, y que contará con medios para extender la banda ancha, formar a los educadores o poner los contenidos en línea.

"Habrá un gran plan digital para la escuela de la República" y "el Estado pondrá todos los medios para formar a los enseñantes", señaló Hollande en un discurso con motivo del inicio del curso escolar en un colegio que se inauguraba en Clichy sous Bois, una de las ciudades más pobres del extrarradio de París conocida por la acumulación de problemas sociales.

Sin precisar los fondos que se dedicarán, explicó que su proyecto pasa por extender la banda ancha a todas partes y por que los editores de textos escolares pongan sus contenidos en línea.

El jefe del Estado defendió la llamada "educación prioritaria", es decir que se pongan más medios en colegios como el que inauguraba en Clichy sous Bois, el "Louise Michel", algo que no sólo no cuestiona el lema de la igualdad de la República francesa, sino que lo pone en práctica.

Se trata, comentó, de que "los que no tienen todas las bazas al principio, tienen que tener las mismas posibilidades de éxito", y eso pasa por poner más profesores, que se queden más tiempo en esos centros prioritarios, que estén mejor equipados y que se preste más atención a los alumnos con riesgo de quedar descolgados.

Recordó que la "prioridad" definida para su mandato (2012-2017) "es la juventud" y aseguró que "nada hará que (se) desvíe de ese objetivo" y que "se hará todo lo posible" para que las nuevas generaciones tengan una vida mejor que la de sus padres.

Hollande recordó que se trata del primer inicio de un curso escolar para la nueva ministra de Educación, Najat Vallaud Belkacem, la primera mujer que ocupa ese puesto en la historia de Francia: "uno se pregunta por qué no se había pensado antes", comentó con ironía.

No hizo ninguna mención a la principal polémica del inicio de este curso, la negativa de entre 30 y 40 alcaldes a aplicar los nuevos horarios escolares, como símbolo de una cierta oposición de ese nuevo régimen.

Más de 12 millones de alumnos, desde preescolar al liceo, volvieron ayer a las aulas en Francia con estos horarios escolares de cuatro días y medio de clase a la semana (el otro medio, generalmente los miércoles por la tarde, se dedica a actividades extraescolares) que se empezaron a aplicar hace un año en la mayor parte de los centros del país.