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03-09-2014

Sudán cerró los centros culturales iraníes y expulsó a su personal

El gobierno los considera una amenaza para las seguridades social e intelectual. El país país experimenta una creciente propagación del chiísmo bajo los auspicios de Irán.

JARTUM, Sudán.- El Gobierno sudanés ordenó el cierre del Centro Cultural iraní en Jartum y de todas sus sucursales en las diferentes provincias del país, según informaron a EFE fuentes gubernamentales.

Las fuentes agregaron que las autoridades también pidieron al personal que trabaja en esos centros culturales que abandone el país en un plazo de 72 horas.

El Ministerio de Asuntos Exteriores sudanés explicó ayer en un comunicado que el centro fue clausurado "debido a que se excedió en su mandato y las competencias que definen su trabajo, por lo que se convirtió en una amenaza para las seguridades social e intelectual".

Indicó además que la medida la adoptó después de observar las actividades del centro y sus filiales en las regiones del país.

En ese sentido, Exteriores señaló que citó al encargado de negocios de la embajada iraní en Jartum, a quien "se lo informó de la resolución, además de otorgar al agregado de cultura iraní y los trabajadores del centro un plazo de 72 horas para abandonar Sudán".

Según consideran los clérigos sudaneses, el país experimenta una creciente propagación del chiísmo bajo los auspicios de Irán, lo que hizo que cada vez haya más fieles de esa rama del islam.

Los ulemas acusaron públicamente al Gobierno sudanés de no poner fin a ese proselitismo debido a la estrecha cooperación militar y económica que Sudán mantiene con Irán.

En la nueva decisión, consideran los analistas sudaneses, pesaron también el mal momento que atraviesan las relaciones del país con Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos, que observan con recelo la alianza formada por Jartum y Teherán y que consideran que las autoridades no toman medidas para frenar la expansión del chiísmo.

Varias facciones islamistas en Sudán organizaron una campaña para hacer frente a esa supuesta propagación del chiísmo, con manifestaciones, conferencias y seminarios, así como con una activa movilización en internet.

No existen estadísticas oficiales sobre el número de chiitas en Sudán, pero, según estimaciones oficiosas divulgadas por medios de comunicación, se calcula que esa cifra puede estar entre las 10.000 y las 12.000 personas.

La mayoría de ellas son estudiantes universitarios que participan en programas semanales gestionados por la agregaduría cultural iraní.

Los centros culturales iraníes desempeñaron tradicionalmente un papel importante en Jartum para promocionar la lengua persa y el chiísmo, y se caracterizaron por una estrecha relación con medios de comunicación, universidades y hasta ministerios del Ejecutivo.