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15-09-2014

Mediador de la ONU en Siria pide poner fin al "terrorismo"

Mientras tanto milicias de uno y otro bando cometen crímenes.

El nuevo mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, pidió ayer ante la Liga Árabe trabajar "forma colectiva", para poner fin al terrorismo en ese devastado país, al mismo tiempo que un grupo islamista del frente insurgente difunde un video de soldados libaneses secuestrados y las fuerzas kurdas, aliadas del gobierno de Bashar al Assad, son acusadas de asesinar civiles.

Pese a que en los últimos días, la comunidad internacional se refiere al conflicto armado en Siria sólo para discutir cómo combatir a la milicia extremista conocida como el Estado Islámico (EI), la guerra civil que ya lleva más de tres años y dejó más de 192.000 muertos en ese país es mucho más compleja.

Los grupos que combaten, oficialistas y opositores, cometen crímenes contra sus enemigos y contra la población civil. Prueba de ello es que el grupo yihadista Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaeda y una de las milicias extremistas que pelea codo a codo junto con los opositores que Estados Unidos y sus aliados consideran "moderados" y, por ende, proponen armar y entrenar, difundió ayer un video que muestra a un contingente de nuevos secuestrados.

Apenas unos días después de liberar a 45 cascos azules de Fiji que forman parte de la misión de observación de la ONU en los Altos del Golán, en la frontera de facto entre Siria e Israel, el grupo islamista hizo saber que tiene secuestrados a cuatro soldados libaneses, que fueron capturados el mes pasado en la región de Arsal, cerca de la frontera siria. El vídeo, difundido en la red social Twitter y en medios libaneses, muestra a los cuatro militares, dos ellos -Ahmad Abas y Georges Jury-, en conversación telefónica con sus familiares.

Abas le pide a su padre que se esfuerce para conseguir su liberación y a su madre le insta a no llorar."Estoy bien, como si estuviera con la familia", dice Abas, antes de asegurar que los soldados Suleiman Dirani, Ali al-Bazal, Mohamad Taleb, Nahi Abu al-Funi, Lamea Mozahem y Abbas Mashyak están "en buena salud y son tratados bien", según reprodujo la agencia de noticias EFE.

En tanto, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo pro opositor con sede en Londres, denunció ayer que combatientes de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, una fuerza que alió con el Ejército sirio para repeler el avance de grupos islamistas, por ejemplo el temido Estado Islámico, asesinó hoy a al menos 19 civiles en la provincia de Al Hasaka, en el noreste de Siria, fronteriza con Turquía e Irak.

Las víctimas eran originarias de las aldeas de Al Hayia y Tel Jalil, ubicadas al sur de Al Qameshli, capital de Al Hasaka. Toda esa zona es un campo de batalla entre la milicia kurda, apoyada por el gobierno sirio, y los extremistas del EI.

Los kurdos de Siria se concentran, sobre todo, en la provincia de Al Hasaka y en las regiones de Afrin y de Ain al Arab, también denominada Kobani, en Alepo, y suponen el 9 por ciento de la población del país. Pese a mantener diferencias, tienen contactos con los kurdos del norte de Irak, hoy considerados por Estados Unidos, Europa y las potencias regionales, como el primer y más efectivo freno ante el avance de los combatientes del Estado Islámico en ese país.