El ex presidente conservador de Francia, Nicolas Sarkozy, sorprendió ayer al anunciar su regreso a la política para intentar dejar atrás sus problemas judiciales y presentarse el mes próximo como candidato a la presidencia del principal partido opositor.

Acosado por las causas judiciales, procesado por corrupción y con otras seis investigaciones preliminares en curso, Sarkozy regresa a la política apoyado en la enorme popularidad que le brindan las encuestas de cara a las elecciones presidenciales de 2017.

"Después de haber reflexionado estos últimos meses, decidí ser candidato a presidir mi familia política", anunció ayer Sarkozy en un extenso comunicado en su página Facebook.

Presidente entre 2007 y 2012, Sarkozy confirmó los rumores que circulaban en los medios galos desde hace dos semanas al anunciar su regreso a la política, dos años y medio después de su derrota ante el socialista Francois Hollande que lo privo de la reelección.

Sarkozy, de 59 años, buscará el mes próximo la presidencia de la coalición conservadora Union por una Mayoría Popular (UMP), minada por divisiones, corrupción y deudas, que amenazan con la fractura del principal partido opositor.A pesar de las encuestas que muestran que Sarkozy sería el único capaz de superar a la ultraderechista Marine Le Pen en una eventual segunda vuelta de la próxima elección presidencial, no todos los sondeos apoyan al ex mandatario.

Un 65% de los franceses rechazan su regreso a la política, según una encuesta del instituto CSA para la emisora BFMTV publicada a mediados de agosto.

El jueves, Hollande evitó mencionar si será candidato en 2017 y recibió con elegancia el probable retorno de su predecesor."Los que gobernaron el país ayer y antes de ayer, están en su perfecto derecho de querer dirigirlo mañana o pasado mañana", expresó Hollande, quien al promediar su mandato ve cómo la carrera por su sucesión comienza hoy por el anuncio de Sarkozy.