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28-09-2014

Nuevos bombardeos contra islamistas en Siria

Al Qaeda advirtió que habrá "consecuencias".

Aviones atacaron ayer otra vez tres refinerías de petróleo y una fábrica en el norte de Siria, una región controlada en parte por la extremista milicia del Estado Islámico (EI), mientras que la rama de Al Qaeda en ese país condenó los bombardeos en Estados Unidos contra sus hombres y advirtió que habrá "consecuencias". El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres, informó que aviones de la coalición, liderada por Estados Unidos y compuesta por las monarquías más conservadoras del Golfo Pérsico, volvió a atacar presuntas posiciones del EI en la provincia norteña de Al Raqqa.

Esta semana el Pentágono anunció que planea destruir las fuentes millonarias de financiamiento de la milicia extremista, principalmente su capacidad de extraer y vender petróleo.

Los nuevos ataques no fueron confirmados por Washington, pero sí por la agencia de noticias oficial siria Sana, que sostuvo que los bombardeos también golpearon un cuartel del EI, una de las milicias opositoras que hace más de tres años que pelea por derrocar al presidente Bashar Al Assad, y a una localidad vecina, Sluk.

El cuartel general se encontraba en la pequeña localidad de Tel Abiad, cerca de la frontera con Turquía, donde también habría sido destruida una fábrica de plásticos, según el observatorio, citado por la agencia de noticias EFE.

La frontera siria-turca se convirtió en las últimas semanas en una de las zonas más calientes de Medio Oriente, ya que quedó en medio de los más de 130.000 kurdos sirios que escaparon desesperados de los combates entre el EI y las fuerzas kurdas, y los miles de kurdos turcos que van en dirección contraria para sumarse a la pelea y se encontraron con la resistencia y la represión de las autoridades de Ankara.

Sin embargo, al menos 1.500 combatientes kurdos turcos lograron sumarse a las filas de las milicias kurdas de Siria sólo en la última semana.

Su objetivo es evitar que los islamistas tomen la localidad de Kobani, que se encuentra bajo asedio y bombardeo hace varias semanas.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, estos nuevos combatientes se enrolaron en las llamadas Unidades de Protección del Pueblo Kurdo que pelean en el norte de Siria y que desde hace más de un año hicieron una suerte de pacto de no agresión con el gobierno de Al Assad.

Las alianzas cruzadas y confusas se han vuelto una constante en el complejo y profundo conflicto sirio, que ya dejó más de 192.000 muertos y cerca de la población desplazada o refugiada en un país vecino, según la ONU.

Prueba de ello es que el Frente al Nusra, la filial de Al Qaeda en Siria, condenó ayer la alianza de las monarquías del Golfo Pérsico -algunas de las cuales ayudaron a financiar y armar a esa milicia- con Estados Unidos para atacar a sus combatientes.

"Esos gobiernos esclavos prefirieron apoyar la injusticia de los infieles, pero este respaldo tendrá consecuencias y los primeros en conocerlas serán los esclavos", advirtió Al Suri.

Las monarquías conservadoras participaron de la campaña de ataques aéreos estadounidense contra el EI en el norte de Siria, pero no de los bombardeos contra posiciones del Frente Al Nusra.

La semana pasada Washington anunció que golpeó a una célula de Al Qaeda porque ésta preparaba un atentado en contra de su país.

El vocero de Al Nusra expresó su confianza en que los pueblos de estos países "no permanecerán callados" ante los actos de estos gobiernos, que se han situado en "la lista de los blancos de los muyahidines (guerreros santos)".