Estados Unidos identificó ayer como estadounidense al joven de 14 años asesinado por la Policía israelí en las inmediaciones de Ramallah, y pidió una investigación "rápida y transparente" de la segunda muerte en una semana de un ciudadano estadounidense en Israel.

"Estados Unidos expresa sus más profundas condolencias a la familia de un ciudadano estadounidense que era menor y fue asesinado por las Fuerzas de Defensa israelíes durante enfrentamientos en Silwad el 24 de octubre", dijo la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, en un comunicado.

Arwa Abdel Wahab, de 14 años, murió por un disparo en la cabeza realizado a corta distancia durante las protestas que estallaron el viernes tras la tradicional oración de ese día, en la localidad de Silwad, cercana a Ramallah, y que se repitieron en otros puntos de Palestina.

Psaki no confirmó el nombre ni la edad del menor, pero aseguró que funcionarios del consulado general de Estados Unidos en Jerusalén "están en contacto con la familia" de la víctima "y proporcionándoles toda la asistencia consular adecuada".

"Pedimos una investigación rápida y transparente, y seguiremos en contacto cercano con las autoridades locales, que tienen el liderazgo en esta investigación", subrayó la vocera citada por la agencia de noticias EFE.

"Seguimos urgiendo a todas las partes a ayudar a restaurar la calma y evitar una escalada de tensiones a raíz de los recientes y trágicos incidentes en Jerusalén y Cisjordania", sostuvo Psaki.

El Ejército israelí informó ayer que Wahab estaba arrojando una bomba molotov contra los autos que pasaban por una ruta que conduce a una colonia judía en Palestina cuando "los soldados abrieron fuego al considerar que la vida de los conductores estaba en riesgo".

Con esta muerte, son ya 43 los palestinos muertos por los disparos de fuerzas israelíes en Cisjordania este año.

El incidente marca, además, el segundo asesinato de un menor palestino en Cisjordania en ocho días, dado que el pasado 17 de octubre, soldados israelíes mataron a tiros a Bahaa Samir Badir, de 13 años, durante una incursión en la aldea de Beit Laqiya, en el norte de Ramallah.

La muerte de Badir multiplicó la tensión en Cisjordania donde desde hace meses son habituales los enfrentamientos entre jóvenes palestinos y fuerzas de Seguridad israelíes, además de ataques de colonos a propiedades palestinas.

En medio de la escalada de tensión, el miércoles murió una beba estadounidense de tres meses cuando un auto conducido por un palestino se estrelló contra una parada de tranvía.

Además de la beba, 8 personas resultaron heridas y el conductor del vehículo, presunto simpatizante de Hamas, murió abatido por un policía cuando intentaba escapar.

Una de las últimas medidas tomadas por Israel que agravaron la violencia fue prohibir el ingreso de los menores de 50 años a la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén.

Grupos radicales judíos presionan desde hace años al Gobierno de Tel Aviv para que arrebate la autoridad del lugar y construya sobre su cima el denominado "tercer templo".

El complejo está pegado al Muro de los Lamentos y es el tercer lugar más sagrado en el Islam. Está ubicado en Jerusalén este, una parte de los territorios palestinos internacionalmente reconocidos que han sido ocupados por el ejército israelí desde la Guerra de los Seis Días, en junio de 1967.