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20-11-2014

Murieron otros 10 civiles en Ucrania y el diálogo de paz está cada vez más lejos

Kiev y Moscú volvieron a cruzar a acusaciones tras un nuevo día de bombardeos y ataques.

Un nuevo día de bombardeos y ataques dejó ayer al menos diez civiles muertos en las provincias separatistas del este de Ucrania, al tiempo que Kiev y Moscú volvieron a cruzar a acusaciones y evidenciaron que cada vez se alejan más de una eventual negociación de paz.

Estas últimas dos semanas estuvieron marcadas por constantes advertencias de los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), de la OTAN y de varios líderes europeos sobre una inminente reanudación de una guerra abierta entre el Ejército, sus grupos paramilitares aliados y las milicias separatistas pro rusas en el este de Ucrania.

Desde principio de septiembre pasado rige en las provincias rebeldes de Donetsk y Lugansk un débil cese de fuego, que aunque nunca fue completamente respetado, sí logró disminuir la intensidad de los combates y los ataques, que desde mayo ya dejaron más de 4.000 muertos, según la ONU.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, llamó hoy al gobierno ucraniano a evitar una nueva escalada militar sentándose a hablar directamente con las autoridades separatistas, que en abril pasado tomaron casi sin disparar un tiro los gobiernos de Donetsk y Lugansk, una región fronteriza con Rusia también conocida como Donbass.

"Hacemos un llamado para el establecimiento de contactos estables entre los representantes de Kiev y Donbass con el objetivo de llegar a acuerdos mutuamente aceptables", aseguró Lavrov frente a la cámara baja del Parlamento ruso, al rechazar la propuesta de Kiev de volver al llamado diálogo de Ginebra, del que los separatistas no participaron.

En cambio, el canciller sugirió repetir la dinámica utilizada en Minsk, la capital bielorrusa, en donde Kiev, Moscú, los separatistas y la OSCE negociaron la tregua a principios de septiembre pasado.

"Los intentos de cuestionar la vigencia de los documentos de Minsk son propuestos por quienes quisieran retrotraer este proceso a un formato en el que las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk no estén representadas", cuestionó el canciller ruso.

"Esta es una línea completamente contraproducente y provocadora que no tiene ninguna posibilidad de éxito", agregó, citado por la agencia de noticias EFE.

El que había propuesto volver al formato de Ginebra fue Arseni Yatseniuk, el primer ministro ucraniano que fue refrendado en las elecciones legislativas de octubre pasado y que renovará su cargo el mes próximo.

Tras conocerse las declaraciones de Lavrov ante la Duma rusa, Yatseniuk aprovechó una reunión de gabinete para dejar en claro cuál es la posición de su gobierno.

"No celebraremos negociaciones directas con sus mercenarios", sentenció el premier dirigiéndose al Kremlin, según reprodujo la agencia de noticias ucraniana UNIAN.

El aumento de la tensión diplomática también se vivió en el terreno.

Al menos diez civiles fallecieron hoy, entre ellos dos niños, por ataques del Ejército y de los separatistas en Donetsk y Lugansk.

El ataque más fuerte tuvo lugar en Pervomaisk, una ciudad puente entre las capitales de las dos provincias rebeldes. Cinco personas, entre ellas los dos niños, fueron alcanzadas por un proyectil que destruyó gran parte del edificio donde vivían, según informó el gobierno separatista de Lugansk.

Además, la misma fuente denunció que otros dos civiles fallecieron en Kirovsk, una localidad de Lugansk que sigue bajo control de los rebeldes y que en los últimos días comenzó a ser bombardeada nuevamente.

Horas antes, el antiguo gobierno de Lugansk, leal a Kiev, había informado que tres civiles fallecieron en un ataque rebelde con misiles Grad en la localidad de Toshkivka.

Ante el incremento de los ataques cruzados, el vocero de la misión de la OSCE en Ucrania, el canadiense Michael Bociurkiw, recordó hoy en conferencia de prensa que desde la firma de la tregua en Minsk, no vieron ni fueron informados "ni una sola vez sobre el repliegue de armamento pesado, pese a que esa es una de sus principales cláusulas" de la tregua para los dos bandos.

El creciente clima belicista quedó coronado ayer cuando el líder de la separatista República Popular de Lugansk, Igor Plotnitski, retó a duelo al presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, para definir a la vieja usanza el futuro político de esa convulsionada región.

"El vencedor dictará a la otra parte sus condiciones", propuso el dirigente separatista en una carta abierta al mandatario ucraniano, difundida por la agencia de noticias rusa Interfax.

En caso que Poroshenko acepte el desafío, la elección de las armas así como el lugar del duelo quedarían en sus manos.

"No me opongo a que sea transmitido en directo por algún canal de televisión", sumó Plotnitski en pos de convencer a su rival.