Peña Nieto anunciará hoy una reforma de las policías municipales de México y se conocen nuevas desapariciones

El secretario de Gobernación (ministro del Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, dijo ayer que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunciará hoy una serie de medidas en materia de seguridad, que incluyen una "reforma de las policías municipales en todo el país" y la colaboración del Parlamento, mientras ayer se reveló la desaparición de otros 30 estudiantes.

La cadena de televisión France 24 reveló ayer otro caso de secuestro de 30 estudiantes en el estado de Guerrero, ocurrido el 7 de julio pasado en el municipio de Cocula, vecino a Iguala, donde desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa hace dos meses.

Rosa, como se identificó ante la televisora fracesa la madre de una de las adolescentes secuestradas en un ataque a "plena luz del día", dijo que los chicos tenían "entre 13 y 15 años" y estudiaban en el colegio secundario "Justo Sierra" de Cocula.

"Todos estaban aterrados, sin moverse, estaban muy asustados, porque los hombres armados les decían que no se movieran. Yo lloraba, porque se llevaron a mi niña", se lamentó Rosa -que eludió dar su apellido según el diario El Universal- quien explicó que no se atrevieron a hacer la denuncia porque los hombres que se los llevaron, sin que hasta ahora se sepa más nada, parecían policías.

El secuestro de julio se produjo el último día de clases y hasta ahora se desconoce el paradero de los estudiantes, de acuerdo con la versión de la televisora.

En una breve nota en su portal de noticias, la emisora dijo que el silencio colectivo se debe en parte a "lo que parece ser otro caso de complicidad criminal entre las fuerzas policiales locales y los cárteles de la droga que operan con impunidad en la región".

Durante y después del secuestro masivo, los secuestradores amenazaron a habitantes de Cocula con asesinarlos si hablaban del caso, añadió France 24

El reporte agregó que, aunque los secuestradores iban enmascarados, se llevaron a los muchachos en vehículos policiales que no se preocuparon por camuflar.

Peña Nieto, en tanto, confirmó que prepara una estrategia para evitar que se repitan casos como el de la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala que provocaron una fuerte agitación social, con repercusiones internacionales y, a nivel personal, el más duro golpe desde el inicio de su gestión.

El "plan para fortalecer el Estado de Derecho obligará a un esfuerzo colectivo de todos los sectores. Acciones ante la crisis de inseguridad por la que atraviesa el país", adelantó ayer el mandatario durante la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres.

"Con los hechos de Iguala se deja claro que hay que avanzar aún más, y hay que hacerlo ahí, en las instituciones municipales, que requieren fortalecerse, capacitarse, revisarse, evaluarse y tener controles más estrictos", dijo hoy el ministro Osorio, citado por la agencia ANSA y el diario capitalino Milenio.

Agregó que los anuncios de Peña Nieto tendrán que ver "fundamentalmente con los municipios, pero habrá que tocar algunos otros puntos importantes", que no precisó.

Luego de la asunción del mandatario, hace dos años, el tema de seguridad fue dejado en un "bajo perfil" por su gobierno, lo que le atrajo críticas de la oposición y de otros sectores, según los cuales la violencia en el país "no desaparece por el hecho de que la autoridad se niegue a hablar de ella".

El gobierno se justificó bajo el argumento de que decidió dar prioridad a otros temas y dejar el de la seguridad como uno más de la agenda oficial.

Al cumplirse ayer dos meses del secuestro y desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y del asesinato de seis personas por personal policial y narcos en Iguala, maestros y normalistas de Oaxaca realizarán una movilización denominada "marcha cacerolazo" desde el monumento a la Madre y hasta el Zócalo de esta ciudad.

Además, maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) y estudiantes normalistas bloqueaban desde la mañana la autopista del Sol, que une la Ciudad de México con Acapulco, en ambos sentidos a la altura del Parador Marqués.

Aproximadamente 300 personas ocupan los cuatro carriles de la autopista en la que han cruzado un camión y dos autobuses para evitar el paso de los vehículos. Muchas de las personas que participan en el bloqueo tienen los rostros cubiertos y están armados con palos.

El bloqueo se da a unas horas de la llegada a Chilpancingo, la capital de Guerrero, de refuerzos de la Policía Federal y tanquetas antimotines por la fecha del segundo mes de las desapariciones de los normalistas.