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28-11-2014

Rousseff nombró a economista neoliberal como ministro de Hacienda

Joaquim Levy se ocupará de dirigir la política económica del próximo período de gobierno, lo que significó un guiño para los mercados financieros y despertó molestias dentro del oficialista Partido de los Trabajadores.

La presidenta reelecta de Brasil, Dilma Rousseff, nombró ayer al economista Joaquim Levy como nuevo ministro de Hacienda, cargo en el que se ocupará de dirigir la política económica del próximo período de gobierno, lo que significó un guiño para los mercados financieros y despertó molestias dentro del oficialista Partido de los Trabajadores.

Según un comunicado de la Presidencia, Rousseff confirmó a Levy, quien reemplazará a Guido Mantega, y también nombró al nuevo ministro de Planificación, Nelson Barbosa, y mantuvo a Alexandre Tombini al frente del Banco Central

Los nuevos ministros asumirán sus cargos oficialmente el 1 de enero, pero comenzaron a trabajar ayer mismo y convivirán con sus antecesores, el actual ministro de Hacienda Mantega, y la de Planificación, Miriam Belchior, según anunció el ministro de Comunicación Social, Thomas Traumann.

Rousseff agradeció a Mantega su "dedicación" y destacó que fue el ministro "más longevo" de la época democrática, al mantenerse doce años consecutivos en el cargo, y tuvo un rol "fundamental en el enfrentamiento de la crisis económica internacional, dando prioridad a la generación de empleos y a la mejoría de la renta de la población".

El nuevo ministro que comandará el área económica tiene 53 años y realizó un posgrado en Economía en la Universidad de Chicago, conocida por sus posiciones ortodoxas. Fue secretario del Tesoro durante el primer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva, entre 2003 y 2007 y en ese puesto, que ocupó hasta 2006, se volvió conocido por su defensa enfática del manejo ortodoxo de las cuentas públicas, que generó fricciones con sus colegas de Gabinete, incluso con la entonces ministra de la Presidencia, Dilma Rousseff.

También ocupó diversos cargos en el Fondo Monetario Internacional (FMI) , en 2006 fue vicepresidente de Finanzas y Administración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y actualmente se desempeñaba como director de la división de gestión de fondos de inversión del banco Bradesco.

El anuncio del nuevo equipo económico se conoce en momentos en que la atención de la opinión pública está concentrada en las investigaciones de la Justicia sobre una red de corrupción que causó pérdidas estimadas en al menos 3.875 millones de dólares a la petrolera estatal Petrobras y que, al parecer, involucraría a políticos aliados del gobierno.

En este contexto, el anuncio del nuevo ministro podría atenuar la presión sobre Rousseff, quien logró la reelección en el balotaje del 26 de octubre, tras una dura disputa con el socialdemócrata Aécio Neves.

Según la prensa local, la designación de Levy generó enojo en sectores del PT, que temen un giro radical en la política económica, que le permitió a Brasil mantener la tasa de desempleo en un mínimo histórico del cinco por ciento, pese a la crisis.

En cambio, hay coincidencia en que la designación del economista generará optimismo entre los empresarios y en el mercado financiero y refieren en que podrá contribuir a reactivar la economía, que este año se estancó.

En declaraciones al diario Folha de Sao Paulo, economistas cercanos a Levy afirman que el futuro ministro es consciente de las dificultades que enfrentará, pero que pese a ellas optó por aceptar el puesto.

Por su parte, en sus primeras palabras a la prensa efectuadas esta tarde, Levy fijó como meta para 2015 obtener un superávit fiscal primario equivalente al 1,2 % del Producto Interior Bruto (PIB).

En su primer pronunciamiento público, el economista indicó que pretende elevar esa cifra a como mínimo el 2 % del PIB en 2016, 2017 y "a lo largo del tiempo".

"Alcanzar estas metas es fundamental para generar confianza y para crear una retomada del crecimiento y consolidar los avances sociales de los últimos 20 años", afirmó.

El superávit fiscal primario es el principal indicador utilizado en Brasil para medir el estado de las cuentas públicas, puesto que indica el ahorro que el gobierno hace para pagar los intereses de la deuda pública.

Este año el gobierno va a incumplir su meta de lograr un superávit del 1,90 % y actualmente está intentado modificar en el Congreso la ley de los presupuestos, para no incurrir en un delito.

Entre enero y septiembre Brasil acumuló un déficit fiscal primario de 15.300 millones de reales (unos 6.375 millones de dólares) y, según pronósticos oficiales, concluirá este año prácticamente sin lograr ahorro.

En esa línea, Levy afirmó que el gobierno "dará ejemplo aumentando el ahorro" y adelantó que entre las propuestas en las que trabaja, se estudiará una disminución de los gastos públicos.

No obstante, manifestó que el Ejecutivo "no tiene prisa" para tomar medidas y aseguró que estas serán "graduales", "sin paquetes ni grandes sorpresas".

En cuanto al otro nombramientos, también del área económica, Barbosa fue viceministro de Hacienda entre 2011 y 2013 y ahora asume la cartera de Planificación, que se encarga de elaborar los presupuestos generales y también de ejecutar el principal programa de obras públicas del Gobierno.

En tanto, Tombini que fue ratificado en el puesto, preside el Banco Central desde el inicio del primer mandato de Rousseff, en 2011, y permanecerá en el cargo, que tiene rango de ministro.