La adolescente paquistaní Malala Yousafzai, ganadora este año del Premio Nobel de la Paz por defender la educación de las mujeres, condenó ayer el ataque "atroz y cobarde" perpetrado por los talibanes contra una escuela en Pakistán, que causó más de 100 muertos, en su mayoría chicos.

"Tengo el corazón destrozado por este ataque sin sentido y a sangre fría cometido en Peshawar", dijo Malala, quien vive en el Reino Unido, en un comunicado citado por la agencia de noticias EFE.

"Condeno este acto y apoyo al gobierno de Pakistán en el esfuerzo para abordar este problema", afirmó Malala, quien en 2012 estuvo a punto de morir por el ataque de un talibán, que le disparó en la cabeza por defender la educación femenina.

Malala, de 17 años, lamentó la muerte de los niños, a los que calificó de "hermanos y hermanas", y señaló que este tipo de actos nunca la harán doblegarse.

La activista por la educación, que compartió el Nobel con el presidente de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, Kailash Satyarthi, subrayó que las víctimas son unos niños inocentes que acudían a la escuela, por lo que no deberían haber sufrido este "horror".

Los talibanes golpearon ayer duramente a Pakistán con una matanza en un colegio gestionado por los militares en la ciudad de Peshawar, en el noroeste del país, que ha causado la muerte de más de 100 personas, la mayoría estudiantes, y decenas de heridos.