El Estado Islámico (EI) demolió con explosivos varios tramos de la muralla de la antigua Nínive, considerada como uno de los monumentos arqueológicos más importantes de Irak, denunció ayer un portavoz kurdo.

"Milicianos del EI destruyeron grandes superficies de la muralla de Nínive, en el barrio de Al Tahrir, utilizando explosivos para ello", refirió el vocero del Partido Democrático del Kurdistán, Said Mumzini, citado por el portal de noticias Iraqi News.

"La muralla de Nínive es una de los monumentos arqueológicos más característicos de Irak y de Oriente Próximo", explicó Mumzini, quien además recordó que la ciudad, de la que hay noticias desde hace cinco mil años y fue capital del Imperio Asirio casi tres mil años atrás, "data de la civilización asiria".

"La destrucción de monumentos arqueológicos por parte del EI es una violación flagrante de la cultura, la civilización y el patrimonio", se lamentó el dirigente kurdo.

Apeló, en tal sentido, a la comunidad internacional, para que "se posicione para evitar la destrucción de monumentos históricos".

La antigua Nínive actualmente está absorbida por Mosul, la tercera ciudad en importancia de Irak, ubicada a 396 kilómetros al noreste de Bagdad. Ayer es una barriada, famosa en todo el mundo por sus muselinas, enclavada en la orilla este del Tigris, que cruza la metrópoli.

En el marco de perseguir a todo aquel que se le oponga, el EI practicó una especial persecución sobre los habitantes de fe cristiana, numerosos en esta ciudad, que en muchos casos llegó al asesinato.

Como un eco de la Edad Media, el grupo yihadista va a construir una trinchera de dos metros de profundidad y dos de ancho alrededor de la ciudad.

Los milicianos ya sellaron la entrada occidental a la ciudad con gigantescos muros de cemento y también volaron un puente que los combatientes kurdos podrían haber usado para atacar Mosul.