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31-01-2015

Merkel descartó una quita de la deuda griega

"Ya hubo una renuncia voluntaria de los acreedores privados y a Grecia los bancos le perdonaron miles de millones, sostuvo la jefa del gobierno alemán.

La canciller alemana, Angela Merkel, descartó una quita de la deuda pública griega y exigió a Grecia mantener los ajustes y reformas exigidas por la troika en medio de una creciente preocupación en la Unión Europea (UE) por las diferencias ideológicas y la cercanía de Atenas a Moscú,

"Ya hubo una renuncia voluntaria de los acreedores privados y a Grecia los bancos le perdonaron miles de millones. No veo otra quita", sostuvo la jefa del gobierno alemán en una entrevista publicada ayer por Hamburger Abendblatt.

Además, la canciller reiteró que "Europa seguirá demostrando su solidaridad con Grecia u otros (países) afectados por la crisis, cuando lleven a cabo sus propios esfuerzos reformistas y de ahorro".

Las declaraciones de Merkel se dan luego de que el nuevo gobierno heleno, encabezado por Alexis Tsipras, pusiera en duda las condiciones del segundo rescate griego.

La canciller agregó que tanto Alemania como el resto de socios europeos está esperando a escuchar una propuesta concreta por parte del gobierno griego, informó la agencia EFE.

Es la primera vez que Merkel se expresa desde el triunfo de Syriza el pasado fin de semana, ya que hasta ahora habían hablado los titulares de Finanzas, Economía y Exteriores, así como varios portavoces del Ejecutivo y de distintos ministerios.

El nuevo gobierno griego no perdió ni un día para comenzar a llevar a cabo las promesas de campaña. El mismo lunes se formó la coalición de gobierno y, un día después, un equipo gubernamental reducido a diez ministros juraba en sus cargos.

El miércoles, Tsipras anunció las líneas maestras de la política que llevarán adelante: renegociar la deuda, detener el proceso de algunas privatizaciones, luchar contra la corrupción y la evasión fiscal, ayudar a las pymes y combatir el desempleo.

Paralelamente, los ministerios de Economía y de Energía paralizaron todo proyecto de privatización de puertos, aeropuertos y eléctricas; el de Trabajo anunció la restauración del salario mínimo en 751 euros, y el de Reconstrucción Administrativa, la readmisión de todos los funcionarios públicos cuyos despidos hubieran sido declarados inconstitucionales o improcedentes.

Pero los primeros roces con la UE llegaron a través de la política exterior, cuando Grecia se desmarcó de sus socios en la actitud hacia Rusia.

El gobierno griego se quejó por el hecho de que se hubiera dado por sentada su aprobación, sin previa consulta, a un borrador de resolución contra Rusia por la crisis en Ucrania.

Del otro lado, los socios rechazaron que el primer extranjero recibido por Tsipras haya sido precisamente el embajador ruso en Atenas, marcando claramente las diferencias con el bloque europeo.

El primer invitado extranjero, el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, habló el viernes con la prensa antes de viajar a Atenas y no ocultó su crítica sobre esta cuestión.

En una entrevista con la segunda cadena de televisión pública alemana, Schulz reprochó a Tsipras que exigía solidaridad europea para Grecia pero no estaba dispuesto a ofrecerla cuando le tocaba a su país.

Al llegar, el presidente del PE dijo coincidir en muchas cuestiones con Tsipras, sobre todo en su ambición por impulsar el crecimiento, la creación de empleo y combatir la evasión fiscal, pero no ocultó que también hubo muchos desacuerdos.

Schulz dejó claro que los estados de la UE han transferido competencias y que esa regla se aplica tanto para Grecia como para Berlín. "Nadie puede seguir su propio camino", advirtió dejando claro que en la Europa de Los Veintiocho no existe la plena soberanía.

Sin embargo, las palabras más fuertes en contra de Tsipras vinieron del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, quien rechazó cualquier propuesta griega de convocar una conferencia internacional de la deuda diciendo que "esa conferencia ya existe y se llama Eurogrupo".

El ministro griego de finanzas, Yanis Varufakis, desconoció como interlocutora para tratar el rescate financiero de su país a la "troika" aunque aclaró que está dispuesto a hablar con organismos institucionales, como la Comisión Europea, el Banco Central Europeo o el Fondo Monetario Internacional, pero no con los tres constituidos en "troika".

Transcurrida la primera semana del gobierno, anoche Tsipras se reunió con su equipo económico para dejar en claro que no iba a abandonar el camino emprendido.

La próxima semana Tsipras viajará a Chipre y Roma y Varufakis a Londres, París y Roma.