El aeropuerto de Düsseldorf guardó ayer un minuto de silencio por las víctimas del accidente aéreo registrado ayer en los Alpes franceses, mientras que el colegio alemán que perdió a 16 alumnos y dos profesores sigue de luto, aunque con sus puertas abiertas, y las banderas ondean a media asta en todos los edificios gubernamentales del país germano.

El personal de tierra de Germanwings y de Lufthansa, la firma matriz, realizaron a la hora aproximada del siniestro, un minuto de silencio para recordar las 150 personas que fallecieron en el vuelo.

Con rostros de dolor y mientras por los altavoces de la terminal se repetía un mensaje en alemán y en ingles para que los pasajeros se sumen a los homenajes, los trabajadores rindieron tributo a las víctimas fatales.

En tanto, el colegio de educación secundaria Joseph König en la localidad alemana de Haltern am See, que perdió a 16 alumnos y dos profesores en el accidente aéreo, abrió ayer sus puertas, no para continuar con las clases, sino para procesar entre todos la tragedia.

"No habrá clases según el horario, aunque los grupos se reunirán según su estructura habitual" con el fin de procesar lo ocurrido, para lo cual el apoyo psicológico es "muy importante", subrayó la ministra de Educación del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, Sylvia Löhrmann.

Al mismo tiempo anunció que todas las escuelas de la región guardarán hoy un minuto de silencio a las 10.53 hora local, momento en el que se produjo el accidente, y cada centro podrá decidir la mejor manera de abordar con sus alumnos la tragedia.

Por su parte, el gobierno alemán decidió hoy que hasta el viernes las banderas ondearán a media asta en todos los edificios públicos, incluido el Parlamento en Berlín.