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07-05-2015

Raúl castro viajó a Rusia

El presidente cubano fue invitado por el presidente ruso, Vladímir Putin, a participar el sábado en un desfile militar en la Plaza Roja de Moscú para conmemorar el 70 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, inició ayer una visita a Rusia destinada a reforzar en el plano económico la alianza estratégica entre ambos países y poner en práctica acuerdos bilaterales, tras el inicio del proceso de deshielo con Estados Unidos.

"Muchas gracias por venir, esta es una fiesta especial para nosotros; usted sabe que vamos a festejar el 70 aniversario, siempre es bueno cuando vienen los viejos amigos", dijo Dmitri Medvédev, primer ministro ruso, al recibir al líder cubano.

Castro fue invitado por el presidente ruso, Vladímir Putin, a participar el sábado en un desfile militar en la Plaza Roja de Moscú para conmemorar el 70 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.

Aunque Cuba no intervino en la contienda, Castro decidió aceptar la invitación, en lo que representa su segunda visita a Moscú desde que asumiera la presidencia en sustitución de su hermano Fidel.

En una demostración de que la visita no es de cortesía, a la reunión entre Castro y Medvédev se sumaron, entre otros, los viceprimeros ministros de Economía, Finanzas, Energía, Comercio e Industria.

Por parte de Cuba asistió el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas, quien visitó el mes pasado Rusia para preparar el viaje de Castro y promover unos intercambios comerciales que aún son modestos (185 millones de dólares en 2014).

El objetivo es poner en práctica los acuerdos alcanzados entre ambas partes durante la visita del presidente ruso a la isla en 2014, cuando calificó de "estratégicas" las relaciones entre los antiguos socios comunistas.

El asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, quien precisó que Castro y Putin se reunirán mañana, desglosó los proyectos que tienen mayores posibilidades de prosperar a corto y medio plazo.

Se trata de la reconstrucción de las centrales hidroeléctricas de Máximo Gómez y Habana Este -proyecto que Putin estimó en 1.200 millones de euros-, y la modernización del puerto marítimo de Mariel y del combinado metalúrgico Antillana de Acero.

Además, mencionó la construcción de un aeropuerto internacional con terminal de carga, y la creación de un nudo de transporte en el aeródromo de San Antonio de los Baños.

En el plano comercial, destacó la explotación del yacimiento de Boca de Jaruco, en el noroeste de la isla, en un proyecto conjunto entre la estatal Cubapetróleo (Cupet) y la rusa Zarubezhneft.

Al respecto, la mayor petrolera rusa, Rosneft, anunció que estudia participar en la exploración de la plataforma continental cubana, cuyas reservas se estiman en hasta 20.000 millones de barriles de petróleo.

Rosneft se plantea también transportar el crudo que extraiga en Venezuela a las refinerías situadas en Cienfuegos para su posterior exportación a toda mérica latina.

Según se supo, la compañía aérea Cubana de Aviación también recibirá en breve un nuevo avión de pasajeros Il-96, que se suma a los 14 de esa y otras clases ya entregados a la aerolínea desde 2004.

Mientras, Cuba está muy interesada en acceder al mercado farmacológico ruso, algo muy probable dados los problemas de suministro que sufre ese país debido a las sanciones económicas occidentales.

En el terreno político, Ushakov aseguró que Rusia mantiene "invariable su postura sobre la necesidad de levantar de inmediato el bloqueo económico-comercial contra Cuba por parte de Estados Unidos".

Al mismo tiempo, aseguró que Moscú saluda el proceso de normalización de relaciones entre La Habana y Washington, ya que "el pleno restablecimiento del diálogo bilateral responde a los intereses de ambos países y de la seguridad internacional".

Al respecto, los expertos rusos consideran que el deshielo entre cubanos y norteamericanos no repercutirá en las relaciones entre Rusia y Cuba, enfriadas notablemente tras la caída de la Unión Soviética en 1991, que dejó a La Habana sin su principal patrocinador.

"La asistencia de Castro a la parada demuestra que, pese a los intentos de Estados Unidos de normalizar las relaciones con Cuba, la prioridad estratégica para La Habana sigue siendo Rusia", aseguró a Leonid Ivashov, antiguo general soviético y jefe de la Academia de Asuntos Geopolíticos de Rusia, a la agencia EFE.