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07-05-2015

Nuevo revés para Marine Le Pen

La justicia francesa procesó a su agrupación por "estafa".

Luego de un mes de fuertes cruces en los medios de prensa con su padre, los problemas se suceden para la presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN) francés, Marine Le Pen, ya que la Justicia procesó ayer a su agrupación Jeanne por "estafa" en una investigación por supuesto financiamiento ilegal de sus últimas campañas electorales.

Jeanne (Juana), la agrupación fundada por Marine Le Pen, es sospechosa de haber ayudado a financiar al FN en las campañas para las elecciones presidenciales y legislativas de 2012 al sobrefacturar el material de promoción de los candidatos "frentistas" por más de 6 millones de euros.

En esas campañas, que son objeto de una investigación judicial desde mediados del mes pasado, Jeanne compró miles de kits de promoción a la empresa Riwal, una sociedad dirigida por Frederic Chatillon, un allegado de Marine Le Pen.

Luego de que en las últimas semanas fueran procesadas cinco personas -todos allegados a Marine Le Pen- en esta causa, ayer fue el turno de la agrupación creada por la líder del FN, según informó el diario Le Monde citando una fuente judicial que sigue el caso.

Desde la República Checa, la líder del FN volvió a rechazar las acusaciones e insistió en que su partido es víctima de una campaña para desacreditar a su partido, que está primero en intención de voto para los comicios generales de 2017, organizada por el gobierno socialista del presidente Francois Hollande.

"Estamos frente a una operación orquestada. En estos últimos tiempos se multiplican los procesos contra nuestro partido. Es indudable que utilizan la justicia para amedrentar a la oposición. No tenemos nada para reprocharnos", dijo Marine Le Pen en conferencia de prensa en Praga.

A diferencia de Argentina, donde la doctrina sostiene que la legislación no recepta la responsabilidad penal de las personas jurídicas, una reforma jurídica aprobada el año pasado en Francia considera que éstas pueden delinquir y ser sometidas a penas y sanciones por esos delitos.

Este problema judicial de la líder ultraderechista vuelve a situar al FN en el ojo de la tormenta luego de un mes de conflicto familiar y político por las polémicas declaraciones de su padre, Jean-Marie Le Pen, fundador del partido y presidente honorario, quien calificó las cámaras de gas del nazismo en la Segunda Guerra Mundial de un "detalle" de la historia.

Esta semana, ese y otros derrapes le valieron al octogenario Le Pen, de 86 años, la suspensión de la afiliación al FN y el riesgo de perder su cargo, que podría ser revocado dentro de tres meses en una asamblea extraordinaria de la agrupación ultraderechista.

Pese a la sanción, Jean-Marie Le Pen aseguró ayer que se avergüenza de que su hija porte su apellido y amenazó de llevar a cabo "una guerra sin piedad" contra Marine y con dejar el partido que él propio fundó en 1972 para armar otra fuerza y dinamitar las posibilidades electorales del FN en 2017.