El líder de Podemos, Pablo Iglesias, dijo ayer que será el próximo presidente del gobierno español y se mofó de la estrategia del Partido Popular (PP) de buscar pactos con otras fuerzas en toda España para "aislar" a su movimiento antineoliberal, en medio de creciente inquietud en la derecha tras su revés en las urnas.

Los comicios municipales y autonómicos del domingo mostraron un vuelco hacia la izquierda en España, puesto que el PP perdió terreno a favor tanto del Partido Socialista (PSOE), que se recuperó, como de las fuerzas emergentes, Podemos y Ciudadanos, que entraron con fuerza en las instituciones.

Además, la derecha sufrió dos golpes emblemáticos con la pérdida de Madrid, por parte del PP, y Barcelona, que estaba en manos de los nacionalistas de Convergencia i Unió (CiU) y fue conquistada por la candidatura de la activista anti desalojos Ada Colau, con su iniciativa Barcelona en Común.

El liderazgo del presidente del gobierno y máximo líder del PP, Mariano Rajoy, quedó muy golpeado por los resultados de las elecciones, en las que los conservadores perdieron 2,5 millones de votos en las municipales y las mayorías absolutas en todas las comunidades que gobernaban.

Ante este panorama, la dirigente del PP por Madrid y candidata al ayuntamiento de la capital, Esperanza Aguirre, tomó el martes la iniciativa y avanzó una estrategia de pactos entre su partido y otras fuerzas políticas de todo el país para intentar frenar a Podemos.

Lejos de mostrar alarma, Iglesias desestimó los planes y hasta se burló de ellos.

"Me temo que si la política del gobierno español la va a dirigir Esperanza Aguirre, seré el próximo presidente del gobierno y ganaremos las elecciones", aseguró el líder de Podemos.

Aguirre, que venció por el estrecho margen de un concejal, propuso un "frente de centro" para evitar la investidura de Manuel Carmena, la candidata de Ahora Madrid -la iniciativa apoyada por Podemos- que se quedó con un concejal menos pero podrá gobernar con el apoyo del PSOE o Ciudadanos.

Pese a que la propuesta no tiene posibilidades de prosperar debido al rechazo de los socialistas, y con un Rajoy cuestionado por algunos de los principales dirigentes regionales, la dirección el PP y destacados dirigentes como el Ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, dieron respaldo a la estrategia de Aguirre.

"La política de pactos para llegar a acuerdos con PSOE y Ciudadanos me parece muy responsable, y máxime cuando el PP ha tenido la mayoría de votos, con lo que está siendo muy generoso con esa oferta y haciendo el ejercicio de responsabilidad política", dijo Fernández Díaz.

Por el contrario, Iglesias cree que "el Partido Popular debe ser más respetuoso con el mensaje que dieron los ciudadanos en las elecciones".

El máximo dirigente de Podemos recordó que "los partidos en el poder han tenido los peores resultados de la historia desde la Transición" y puntualizó que en "las próximas elecciones habrá dos opciones: o votar porque las cosas sigan igual o votar cambio", añadió en una entrevista con en Canal Cuatro.

Además de Madrid y Barcelona, las candidaturas de unidad popular afines a Podemos -que no concurrió con su propia marca en las municipales- podrían encabezar también gobiernos en otras cinco grandes ciudades: Santiago de Compostela, La Coruña, Cádiz, Zaragoza y Oviedo.

Asimismo, Podemos puede ayudar al PSOE a arrebatar al PP su feudo de Valencia, en manos de Rita Barberá, o encumbrar a los independentistas vascos de Bildu para permitir que gobiernen en el municipio de Pamplona, Navarra.

A nivel regional, Podemos tiene pocas chances de gobernar, aunque la fuerza de Iglesias tiene en sus manos la posibilidad de formar o apoyar gobiernos de izquierda en Aragón, Islas Baleares, Cantabria, Castilla La Mancha y la Comunidad Valenciana.

Frente a este panorama, el PP está alimentado un discurso que pretende situar a Podemos como un partido "antidemocrático", para que el PSOE tenga dificultades ante la opinión pública a la hora de buscar su apoyo.

El martes, Aguirre acusó a la fuerza de Iglesias y a Manuela Carmena de querer utilizar el ayuntamiento para llegar a La Moncloa, la sede del gobierno central, y "romper" el sistema democrático.

El Ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo, expresó hoy su desacuerdo al afirmar que "ninguno de los partidos que se presentaron a las elecciones representan un peligro para la democracia" y "desde luego Manuela Carmena no lo es".

Pero otros apoyaron a la dirigente madrileña, como la presidenta de Navarra y líder de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Yolanda Barcina, quien fue más lejos que todos al comparar el ascenso de Podemos con el de Hitler en Alemania.

En medio de este clima de hostilidad hacia Podemos, Rajoy intentó revertir la imagen de aislamiento que dejó el martes cuando cuatro importantes dirigentes regionales reclamaron una renovación en el PP en respuesta a la debacle en las urnas.

"Lógicamente iremos poco a poco tomando las decisiones que creamos que son más oportunas y convenientes para poder presentarnos a las elecciones de la mejor forma posible y para pedirle a los españoles que vuelvan a darnos su confianza", sostuvo Rajoy en declaraciones en los pasillos del Congreso de los Diputados.

El lunes Rajoy aseguró -en su primera conferencia de prensa en tres años en la sede del PP- que no tenía pensado hacer cambios ni en el gobierno ni en su partido como consecuencia de los desastrosos resultados electorales cosechados.