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02-07-2015

Tsipras acusó a los acreedores de la UE de "chantajear" a su pueblo

"El referéndum del domingo no se refiere a la permanencia de Grecia en la eurozona", sentenció el premier, horas después de que los primeros sondeos de intención de voto mostraran una ventaja inicial para el "no" a los ajustes.

En medio de fuertes y públicas presiones de los acreedores, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ratificó ayer la celebración de un referéndum el próximo domingo sobre el ajuste reclamado por sus socios y prestamistas europeos y acusó a estos últimos de "chantajear" a su pueblo para votar por el "sí".

"El referéndum del domingo no se refiere a la permanencia de Grecia en la eurozona", sentenció el premier en un discurso televisado dirigido a la nación, horas después de que los primeros sondeos de intención de voto mostraran una ventaja inicial para el "no" a los ajustes, la posición que defiende el gobierno griego.

"El 'no' es un paso decisivo para un mejor acuerdo. El 'no' no es para romper con Europa. Es para regresar a Europa", agregó el primer ministro en su discurso, un día después de que Grecia perdiera el acceso a miles de millones de euros en ayuda financiera europea y de que incumpliera un pago con el FMI.

En el mismo mensaje, Tsipras garantizó los salarios y las jubilaciones, destacó que ellos siguen en la mesa de negociación dispuestos a alcanzar "un buen acuerdo" y acusó a sus acreedores europeos de "chantajear" a los griegos "para que voten 'sí' a medidas que no dan ninguna solución a la crisis actual".

Horas después, en una entrevista con la televisión pública, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, adelantó que, cuando retomen las negociaciones el próximo lunes, Atenas "está dispuesta a aceptar incluso medidas duras con la condición de que haya una reestructuración de la deuda y un programa de inversiones".

El domingo pasado, tras el fracaso de las negociaciones con sus acreedores y sin una nueva inyección de euros por parte de Bruselas, Tsipras se vio obligado a imponer un corralito bancario y a cerrar los bancos y la Bolsa para evitar una nueva corrida que provoque un derrumbe del sistema financiero del país.

El martes esta parálisis se volvió a sentir cuando Atenas no consiguió una prórroga de último minuto del Eurogrupo para mantener vigente el plan de ayuda económica.

La primera consecuencia fue que el país mediterráneo entró en mora con el FMI por no cumplir, por primera vez, con un vencimiento de la deuda externa.

El FMI informó ayer en un comunicado que no aceptó la prórroga que Atenas pidió, por lo que el país europeo seguirá en mora y no podrá pedir nuevos préstamos al organismo de crédito internacional.

En el marco de esa pulseada, el gobierno griego se mantuvo firme en su posición de rechazar un nuevo ajuste y someterlo a consulta popular, mientras que en Europa sus socios siguieron haciendo explícita rechazo y su presión.

Desde Berlín, la canciller alemana, Angela Merkel, reiteró que no se sentarán a dialogar con el gobierno griego hasta que se conozca el resultado del referéndum.

"Podemos esperar con tranquilidad porque Europa es mucho más fuerte que hace cinco años, cuando comenzó la crisis de la deuda justamente en Grecia", sostuvo Merkel en un debate extraordinario celebrado en el pleno del Bundestag, la cámara baja del Parlamento alemán.

En el mismo tono, el presidente de la Unión Europea (UE), Donald Tusk, escribió en su cuenta de Twitter que "Europa quiere ayudar a Grecia, pero no puede ayudar a alguien en contra de su voluntad".

Finalmente llegó la declaración formal del Eurogrupo, es decir el foro de los ministros de Finanzas y Economía de la zona euro, a través de un comunicado de su presidente, el holandés Jeroen Dijsselbloem.

"No habrá conversaciones en los próximos días, ni en el Eurogrupo ni entre autoridades griegas y las instituciones (...) Lamento mucho la situación, dada la fuerte determinación del pueblo griego de ser parte de Europa y de seguir siendo parte de la euro zona", escribió Dijsselbloem.

Pero no todo el bloque europeo parece estar de acuerdo con el Eurogrupo, la cúpula de la UE y Merkel.

Desde Lyon, el presidente francés, Francois Hollande, llamó a buscar un "acuerdo ahora mismo" con Grecia y advirtió que un referéndum aumenta la posibilidad de que la euro zona dé "un paso hacia el vacío", según informó la cadena de noticias CNN.

"Es nuestro deber mantener a Grecia dentro de la euro zona. Depende de Grecia...pero también depende de nosotros", advirtió el mandatario galo, en un mensaje que pareció estar dirigido a su par alemana.

En medio de esta creciente tensión dentro de la UE, las bolsas europeas cerraron hoy a la alza luego que medios difundieran una carta de Tsipras a sus acreedores aceptando muchas de las reformas que reclaman.

Pese a que la carta dominó los titulares durante toda la mañana y muchos medios especularon con la posibilidad de una suspensión del referéndum y una resolución de la crisis diplomática, el premier griego no se refirió a ella durante su discurso de hoy, ni para confirmarla o desmentirla.

El premier, en cambio, buscó comunicar tranquilidad y dar algunas certezas a la sociedad griega en medio de un clima de rumores y cuestionamientos que parece no tener fin.

Por ejemplo, el Consejo Europeo advirtió ayer que el referéndum del próximo domingo no cumple las condiciones internacionales básicas porque fue convocado con una y no dos semanas de anticipación, informó CNN.

Además, el secretario general del organismo, Thorbjorn Jagland, sostuvo que la consulta no cumple con el requisito de presentar una pregunta clara. La boleta difundida por el gobierno griego pregunta de manera muy directa si el ciudadano apoya o no las medidas propuestas en la última oferta de los acreedores.

Como si esto no fuera suficiente, la Corte Constitucional griega decidirá el viernes, es decir dos días antes del referéndum, si la convocatoria de la consulta es legal.

Pese a la incertidumbre que impulsan algunos sectores internos y externos, la campaña avanza en Grecia, después de que los dos campos, el del 'sí' y el 'no' movilizaran una multitud similar en las calles esta semana.

Según dos encuestas publicadas ayer, el 'no' está primero en intención de voto.

Un primer sondeo, difundido por el diario Efimerida on Syntakton, otorgó un 54% al rechazo al ajuste impulsado por los acreedores, frente a un 33% que votaría a favor de acordar ya.

En tanto, otro sondeo, publicado por la cadena de noticias France 24, sostuvo que el campo del 'no' obtendría un 46%, mientras que el 'sí' se quedaría con un 37%. En esta encuesta, el 17% aseguró seguir indeciso.