Cerca de dos centenares de personas murieron en los últimos 4 días, treinta de ellas ayer, en una serie de ataques de presuntos integrantes del grupo yihadista Boko Haram en el estado nigeriano de Borno, en el noreste del país, según informaron residentes de la zona.

Los informes señalaron que al menos 12 personas murieron y decenas resultaron heridas en la localidad de Malari, en el norte del país, después de que una joven se inmoló el jueves en una mezquita durante los rezos de la tarde.

"Una joven de alrededor de 15 años provocó la explosión. Se la había visto en los alrededores de la mezquita mientras los fieles se preparaban para los rezos de la tarde", declaró el guardia Danlami Ajaokuta said al diario de Abuya Vanguard.

"Le pedían que se alejara porque no tenía nada que hacer allí y no se sentían tranquilos con ella cerca, después de la ola de atentados suicidas de miembros femeninos de Boko Haram".

"Fingió alejarse, pero cuando los fieles ingresaron a la mezquita para orar, se precipitó a la carrera y se hizo estallar adentro", corroboró Gajimi Mala, un habitante de la aldea.

También en Malari, dos terroristas suicidas mataron el jueves a otras 11 personas en dos ataques perpetrados en una carretera principal de la localidad.

"Una mujer suicida detonó una bomba que llevaba atada a su cuerpo, matando a 7 personas y a ella misma", confirmó el comisario de la Policía del estado de Borno, Aderemi Opadokun, citado en los medios locales.

También dijo que en la misma carretera otra suicida se inmoló y causó la muerte de otras tres personas.

Por otra parte, en la localidad de Miringa, también en el estado de Borno, unos 50 hombres armados degollaron esta ayer a once supuestos desertores de Boko Haram.

"Los residentes que fueron testigos de los asesinatos, contaron que después de que los supuestos desertores fueron capturados, fueron juzgados y degollados. Después, los atacantes dejaron los cuerpos y se fueron", relató un residente.

Aunque ningún grupo reivindicó estos atentados, todas las sospechas apuntan a Boko Haram.

Desde el martes, los milicianos de Boko Haram ya habían matado no menos de 150 personas en poblados del noreste de Nigeria, donde acribillaron a balazos a adultos y niños que rezaban en mezquitas y a mujeres que cocinaban en sus casas, informaron funcionarios y testigos.

El miércoles y jueves, decenas de yihadistas atacaron tres localidades próximas al lago Chad, en el estado de Borno, cuna de Boko Haram.

La más afectada fue Kukawa, donde los islamistas radicales asesinaron al menos a 97 personas. El martes por la noche, combatientes de Boko Haram atacaron dos poblados cercanos a la localidad de Monguno, donde asesinaron a 48 personas.

El lago Chad se sitúa en la frontera entre Nigeria, Chad y Camerún y fue uno de las regiones más golpeadas por Boko Haram.

El grupo yihadista intensificó su campaña de violencia desde que el nuevo presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, tomó posesión el 29 de mayo, prometiendo aplastar la insurgencia islamista, que ya se cobró unas 15.000 víctimas mortales desde 2009.

Se estima que más de 400 personas fallecieron en atentados de Boko Haram en el norte de Nigeria desde la asunción del nuevo presidente del país más poblado y rico de Africa.

Pese a un retroceso el año pasado, los insurgentes continuaron cometiendo ataques casi a diario, sobre todo atentados suicidas contra objetivos civiles, principalmente en mezquitas y mercados, y no solo en Nigeria sino también en Nigeria, Chad, Camerún y Benin.

Fuerzas de seguridad de Chad anunciaron ayer que descubrieron y desmantelaron un gran depósito de armas en una casa de Yamena, la capital, donde vivían sospechosos de integrar Boko Haram.

Una nueva fuerza regional formada por 8.700 soldados de Nigeria, Chad, Camerún y Benin se desplegará a fin de mes para intensificar la campaña contra los yihadistas.