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02-08-2015

Italia recuerda 35 años después a las víctimas del atentado de Bolonia

El 2 de agosto de 1980 una bomba estalló en la estación ferroviaria matando a 85 personas. Tres terroristas fueron condenados a cadena perpetua como autores materiales. Aún se desconoce a los autores intelectuales.

por Paola Bruni (*)

ROMA, Italia.- Treinta y cinco años después del atentado en la estación ferroviaria de Bolonia, que mató a 85 personas y dejó una herida abierta en la sociedad italiana, hoy se recuerda a las víctimas entre reivindicaciones de que se haga justicia.

Este año, como todos desde el atentado del 2 de agosto de 1980, miembros de asociaciones de las víctimas, representantes del Gobierno y ciudadanos de diversos puntos de Italia recuerdan en Bolonia a los fallecidos en este suceso que causó también 200 heridos.

A las 10.25 (5:25 hora argentina), el momento exacto de la explosión hace ahora más de tres décadas, centenares de personas se congregaron en la Piazza Grande para recordar a las víctimas.

Al acto acudió el presidente del Senado, Pietro Grasso, quien pronunció un discurso en el que destacó la "fiereza, dignidad compostura y determinación" de los habitantes de Bolonia, ciudad que hace 35 años "asistió a la ofensa (perpetrada) a tantas vidas humanas".

Además, insistió en la necesidad de investigar y hallar a todos los responsables del "atroz" atentado para honrar la memoria de los fallecidos, una labor en la que, a su juicio, se deben empeñar "todas las instituciones" del país.

"Estoy aquí para unir mi voz al coro unánime de voces que se reúnen cada año en Bolonia para gritar: 'No olvidamos, queremos justicia'", señaló.

El presidente de la asociación de familiares de las víctimas y diputado del Partido Democrático (PD), Paolo Bolognesi, explicó a EFE que, entre sus reivindicaciones, pide en primer lugar que se llegue a un acuerdo con la ley de víctimas del terrorismo del 2004, sobre la que aún hay discrepancias en algunos puntos.

Las otras dos reivindicaciones de la asociación son la introducción en el Código Penal italiano del delito de "encubrimiento" y una "correcta" desclasificación de los documentos sobre la masacre por parte de los ministerios y servicios secretos.

El delito de encubrimiento o de contaminación procesal es una de las demandas más antiguas de la asociación y Bolognesi es uno de los impulsores de la ley que ya fue aprobada en la Cámara de los Diputados en octubre del 2014 y está a la espera de ser ratificada por el Senado.

Bolognesi aclaró que las peticiones son el "balance de la situación" que cada año hacen todos los miembros de la asociación, que también han aportado a los jueces más documentos para poder "llegar a los autores intelectuales" del atentado.

El presidente de la República, Sergio Mattarella, también mostró hoy su cercanía con los familiares de las víctimas a través de un telegrama que envió a Bolognesi.

En el texto, elogió la "batalla" emprendida por las familias para para conseguir la introducción en el Código Penal del delito de encubrimiento, para que "la verdad pueda emerger en su integridad".

Mattarella apeló al "deber de no olvidar" la masacre de ese 2 de agosto de 1980 que "destruyó afectos, proyectos, y esperanzas", ni tampoco a sus víctimas que desde ese día "son parte integrante de la memoria nacional".

El atentado de Bolonia ocurrió en unos años difíciles para el país, los llamados "años de plomo", en los que grupos terroristas de extrema derecha y de extrema izquierda perpetraban ataques de matiz político cuya autoría intelectual era difícil de esclarecer.

En muchos de esos casos, las investigaciones se enzarzaban en grandes procesos judiciales en los que los presuntos autores quedaban impunes. Bolonia es uno de esos: aún hoy no se ha determinado quién ordenó colocar la bomba.

Los terroristas Valerio Fioravanti y Francesca Mambro, pertenecientes al grupo terrorista de extrema derecha Núcleos Armados Revolucionarios (NAR), fueron condenados a cadena perpetua como autores materiales.

Años después, Luigi Ciavardini fue condenado como otro de los autores materiales y responsable de dejar la maleta que causó la explosión.

Por otra parte, el jefe de la logia masónica "Propaganda 2" (P2), Lucio Gelli, y dos antiguos agentes de los servicios secretos italianos fueron absueltos.

"Una parte de los autores fueron condenados, faltan los autores intelectuales", aclaró Bolognesi, en referencia a un proceso judicial sobre el que siempre planeó la sombra de la mafia y de los servicios secretos italianos.

Como homenaje, este año el diario italiano La Repubblica presentó un documental de ficción titulado "La linea gialla" (La línea amarilla) en el que se imagina cómo sería ahora Ángela Fresu, la víctima más joven del atentando que murió cuando tenía tres años.

El video se proyectó en la plaza principal de Bolonia para dar a conocer la historia de un atentado que deja aún muchos interrogantes sin resolver.

(*): EFE.