ROMA, Italia.- El Parlamento italiano aprobó de forma definitiva la reforma de la Administración Pública, que comprende medidas para dotar de mayor transparencia al aparato del Estado y para simplificar y aligerar los trámites burocráticos.

La votación tuvo lugar en el aula del Senado y concluyó con 145 votos favorables y 97 contrarios.

La nueva ley está compuesta por 15 medidas que deberán ahora ser ratificadas por el Consejo de Ministros a partir de septiembre mediante la figura de los "decretos de actuación", que establecerá su entrada en vigor.

Esta reforma, esencial en los planes del primer ministro Matteo Renzi, está destinada a modernizar y agilizar el peso de la Administración Pública del país.

Uno de los puntos más importantes de la reforma es el que afecta a los dirigentes públicos, que ya no serán vitalicios sino designados a partir de la formación continúa y por un periodo de cuatro años ampliable en otros dos.

Los directivos que reciban alguna condena por parte del Tribunal de Cuentas deberán renunciar inmediatamente a su cargo.

Entre otras novedades establece la reorganización de las fuerzas armadas y la integración del Cuerpo Forestal en otra unidad, presumiblemente el Cuerpo de Carabineros (policía militar), aunque esto deberá anunciarlo el Gobierno.

Asimismo prevé modificaciones en aspectos de la vida cotidiana de los italianos como la unificación de todos los números de teléfono de Emergencias en uno solo: el 112.

Además todos los trámites burocráticos se harán en una misma sede, que recibirá el nombre de "Oficina Territorial de Gobernación".

Los ciudadanos tendrán acceso a la administración pública mediante internet y podrán emplearlos con una única "identidad digital" -como la firma electrónica- y una misma contraseña para todos los sectores, como Sanidad, Hacienda o Motorización, por ejemplo.

Además la nueva ley prevé hacer públicos y comprensibles los gastos de todas las administraciones y ofrecerá la posibilidad de pagar impuestos o multas mediante una llamada telefónica.

También comprende la reducción de las delegaciones del Gobierno en el territorio italiano así como de las Cámaras de Comercio, que pasarán de las 105 actuales a las 60 que cuenten al menos con 75.000 empresas inscritas.

Renzi, a punto de concluir un viaje oficial a Japón, celebró en su perfil de Twitter el resultado de la votación y la aprobación de esta "otra pieza" de su programa reformista.