Una acomodada comunidad del oeste de India reunió esta semana a medio millón de personas para reclamar beneficios dentro de la administración pública y el sistema educativo en una protesta que fue fuertemente reprimida por la policía, que ayer informó de al menos cinco muertos.

La comunidad conocida como Patel reclama al gobierno provincial de Gujarat cuotas de reserva en centros educativos y empleo público, en detrimento de las castas más desfavorecidas socialmente, que hoy gozan de algunas políticas de discriminación positiva.

Los patel son una comunidad de comerciantes y granjeros que representan alrededor del 20% de los 63 millones de habitantes de Gujarat, una provincia históricamente famosa por su ubicación geoestratégica en la costa del mar Arábigo, en la puerta de salida del Golfo Pérsico, y gobernada durante 12 años por el actual primer ministro nacional, Narendra Modi.

El director general de la Policía de Gujarat, P.C. Thakur, acusó a los manifestantes de la comunidad Patel de cometer "actos vandálicos" y "provocar a la policía", especialmente luego de que su máximo líder, Hardik Patel, fuera detenido.

Sin embargo, medios locales informaron que cuatro de los cinco muertos fallecieron por disparos de la policía en las ciudades de Ahmadabad y Palanpur, y la quinta víctima, por un ataque de un grupo paramilitar no identificado en la localidad de Mehsana.

Todos los muertos eran civiles y la mayoría de ellos participaba de las protestas. Sólo dos de las víctimas, un padre y su hijo, eran transeúntes que intentaban volver a sus casas después del día de trabajo.

Tras una madrugada de fuerte represión, el gobierno regional declaró un toque de queda en las zonas donde hubo protestas o algún tipo de incidente y cortó la red de internet para evitar nuevas concentraciones en las calles.

Por su parte, en Nueva Delhi, el ministro del Interior nacional, Rajnath Singh, anunció que envió "paramilitares" para reforzar la seguridad en la provincia, según publicó en su cuenta de Twitter.

La agencia de noticias estatal PTI precisó más tarde que el gobierno nacional envió alrededor de 5.000 paramilitares a Gujarat, fronteriza con el sureste de Pakistán.

La dirigencia patel sostiene que, pese a ser una tradicional comunidad acomodada, su estilo de vida basado en el campo y la pequeña industria -además del comercio- ha sufrido mucho por los problemas agrícolas y la alta inflación que sufre el país.

Por eso, argumentan, las autoridades deben rever el sistema de discriminación positiva e incluirlos dentro de las comunidades beneficiadas.

La Constitución nacional de India establece políticas de discriminación positiva, bajo el nombre de reservas, para las castas más bajas del sistema, es decir, los Dalit y los llamados Intocables.

Se supone que de esta manera el Estado nacional busca reservarles una cuota en la administración pública y los sectores estratégicos, como la educación, para contrarrestar siglos de discriminación estructural.

Con los años, el Estado indio moderno ha agregado otras comunidades que están en la base más pobre y discriminada del sistema nacional de castas a este modelo de cuotas reservadas, que demuestra cuán compleja y desigual es esta democracia de 1.200 millones de habitantes.