El Senado brasileño aprobó el nombramiento del procurador general, Rodrigo Janot, propuesto por la presidenta Dilma Rousseff, lo cual es interpretado como una victoria del gobierno y en particular de la mandataria, así como un fuerte traspié para los impulsores del juicio político (impeachment).

Luego de más de 10 horas de examen por parte de unos 40 senadores, el procurador Janot fue confirmado en su cargo en el Plenario de la Cámara.

Janot fue ratificado en el cargo hasta 2017 con el voto de 59 senadores, 12 contrarios y una abstención.

Su continuidad al frente de la Procuraduría implica según los analistas una derrota para el titular de Diputados, Eduardo Cunha, el congresista acusado de haber cobrado cinco millones de dólares de sobornos para facilitar un contrato en Petrobras, en el escándalo del Petrolao.

Luego de haber sido respaldado por una mayoría amplia en el Senado, el procurador prometió continuar las investigaciones sobre corrupción, como la que realiza contra Cunha, quien es el principal impulsor del impeachment contra Rousseff.

Mientras Janot era indagado el miércoles por los senadores en la Cámara alta, en un recinto de Diputados Cunha participaba en un culto con pastores de varias iglesias evangélicas.

Según la denuncia de Janot, parte de los sobornos pagados a Cunha fueron depositados en una cuenta bancaria de la iglesia neopentecostal Asamblea de Dios, una de las más populares de Brasil, donde cerca del 25 por ciento de la población es evangélica.

También el Tribunal de Cuentas de la Unión postergó por dos semanas su decisión sobre la supuesta violación de la Ley de Responsabilidad Fiscal.

Cuando los comentarios de los senadores indicaban la probable aprobación de Janot y el Tribunal de Cuentas prolongó su sentencia, la Bolsa de Valores de San Pablo tuvo una suba del 3,3 %, el mayor en meses, y el dólar experimentó una baja de 0,19 %,la primera desde el miércoles pasado.

Para expertos del ámbito bursátil, la reacción positiva del mercado es un síntoma de que la crisis política experimentó un ligero respiro, según publicó hoy el sitio de noticias UOL, del grupo Folha de San Pablo.

Por otra parte, la confirmación de Janot también compromete la situación del ex presidente y actual senador Fernando Collor de Mello, a quien acusó de cobrar sobornos por unos siete millones de dólares en el Petrolao.

Collor de Mello, que renunció a la presidencia en 1992 acusado de actosde corrupción, participó ayer de la sesión durante la cual hostilizó a Janot y lo llamó "hijo de puta", suscitando perplejidad entre congresistas y las decenas de periodistas que cubrían el evento.