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29-08-2015

Bogotá quiere cumbre de cancilleres ante crisis fronteriza

El presidente Juan Manuel Santos le exigió al Gobierno venezolano que facilite la reunificación de las familias colombianas separadas por el éxodo que se vive en la frontera desde hace nueve días.

Colombia eligió ayer la doble vía de pedir una reunión del Consejo Permanente de la OEA y reclamar que se facilite la reunificación de las familias colombianas separadas por el éxodo que se vive en la frontera con Venezuela, mientras Caracas buscó exhibir en las calles, con manifestaciones masivas, el respaldo a su decisión de cerrar los pasos hacia el país vecino y ratificó que no hay ninguna animosidad contra los colombianos.

La misión de Colombia ante la OEA envió al titular del Consejo Permanente, que ocupa este trimestre el embajador de Uruguay, Hugo Cayrús, el pedido de una reunión para que se defina si se celebra una reunión de consulta de cancilleres que aborde la crisis fronteriza. Ese pedido fue aceptado y el encuentro se agendó para el próximo lunes a las 15.

La posibilidad de que Colombia pidiera una reunión extraordinaria del Consejo Permanente por la crisis con Venezuela había sido antes tema de versiones en los pasillos de la OEA, donde ayer se presentó precisamente un informe sobre inmigración.

En la apertura del evento, el titular del organismo, Luis Almagro, pidió "diálogo" y "profundizar relaciones bilaterales" para evitar la escalada de los problemas fronterizos, si hablar puntualmente de Colombia y Venezuela, que ayer escalaron las diferencias con el llamado en consultas a sus respectivos embajadores.

"A través del diálogo se pueden aclarar elementos de información que son necesarios para concluir soluciones. Son fundamentales los procesos de verificación de derechos humanos en zonas de fronteras para evitar escalamiento de problemas y para identificar soluciones integrales acelerando niveles de cooperación y de solidaridad", remarcó Almagro.

En Bogotá, en tanto, el presidente Juan Manuel Santos le exigió al Gobierno venezolano que facilite la reunificación de las familias colombianas separadas por el éxodo que se vive en la frontera desde hace nueve días, cuando el mandatario Nicolás Maduro ordenó cerrarla en parte.

"Sigue siendo prioridad la exigencia de que las autoridades venezolanas faciliten la reunificación de las familias y faciliten las recogidas de sus pertenencias que quedaron al otro lado de la frontera", afirmó Santos al término de un consejo extraordinario de ministros en Bogotá.

La última semana cruzaron la frontera más de 1.000 colombianos deportados y otros 4.260 que dejaron Venezuela por temor a ser expulsados, mientras muchos de sus familiares permanecen aún en zonas limítrofes.

Escoltado por su gabinete, Santos aseguró que su Gobierno "no descansará hasta no verlos establecidos, sin miedo en su propia patria", y expresó que "siempre" exigirán a Venezuela respeto a los derechos humanos de los colombianos que han cruzado la frontera, que "creían vivir en suelo amigo y han sido maltratados".

Salió al cruce, además de las denuncias de Maduro sobre la presencia de presuntos paramilitares en el límite al insistir en que quienes cruzan la frontera con sus electrodomésticos y camas a cuestas "son colombianos humildes, no paramilitares, personas de carne y hueso que merecen ser tratados dignamente".

"Estos compatriotas que no hacían daño a nadie, que no han hecho daño a nadie, ahora tienen que sentirse de este lado de la frontera en su casa, porque están en su propia casa. Este es su hogar, este es su país, esta es su patria", concluyó.

Santos llamó a consultas a su embajador en Caracas, Ricardo Lozano, para analizar la crisis en la frontera, y horas después Maduro adoptó idéntica medida y citó a Iván Rincón.

Curiosamente, Santos recibió el respaldo de su antecesor, el senador Álvaro Uribe, que dejó de lado su rol de fuerte opositor para anunciar su apoyo a "todas las medidas enérgicas" que el Gobierno emprenda frente a la crisis fronteriza con Venezuela.

Y ello "sin importar lo que ocurra con FARC en La Habana", señaló Uribe, en referencia a que es en la capital cubana donde Gobierno y esa guerrilla mantienen desde noviembre de 2012 negociaciones de paz en las que Venezuela participa en calidad de acompañante, rol que el ex mandatario cuestionó.

"El tirano no debe continuar como garante de la paz, que no lo es", declaró Uribe desde Cartagena.

Mientras, el alcalde de la ciudad colombiana de Cúcuta, Donamaris Ramírez Lobo, anunció que presentará una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra Maduro por la crisis humanitaria generada en la frontera común. El oficialista Partido de la U, de Santos, había decidido ayer lo mismo.

Aún con esta sucesión de denuncias, la canciller María Ángela Holguín fue contundente al afirmar que Colombia no planea romper relaciones diplomáticas con Venezuela, un paso que juzgó "impensable e imposible", aunque admitió que la situación "necesita de la ayuda de terceros".