El gobierno alemán garantizó ayer que el gobierno actuará "con toda la fuerza del estado de derecho" contra los autores de ataques ultraderechistas a extranjeros y albergues de solicitantes de asilo, una día después que el Consejo Europeo advirtió sobre el aumento de la intolerancia en el país por la crisis de refugiados.

En rueda de prensa en la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), con los responsables de las fuerzas de seguridad, el ministro del Interior alemán, Thomas De Maiziere, condenó con rotundidad las "barbaridades" y los enfrentamientos verbales de tinte ultraderechista tanto en persona como a través de las redes sociales.

Las declaraciones se producen mientras crecen en Alemania los ataques a extranjeros y luego de que el comisario de Derechos Humanos del Consejo Europeo, Nils Muiznieks, pidiera el jueves a Berlín estar atentos al "aumento del racismo y la intolerancia" y exigiera reforzar las medidas represivas para combatirlos.

El titular de Interior admitió el aumento de los delitos con refugiados como víctimas y advirtió de que se investigan "hasta intentos de asesinatos", tras declarar que una situación así es "intolerable en nuestro país", según informó la agencia de noticias EFE.

Alemania ha sido el destino preferido de los más de 500.000 refugiados que según la ONU arribaron a Europa en lo que va del año a través del Mediterráneo, escapando de la guerra en Siria y de otros conflictos en Medio Oriente y el norte de África.

Unos 270.000 llegaron al país sólo el mes pasado, según el gobierno, que estima que a fin del corriente año habrán arribado un total de 800.000 solicitantes de asilo.

De Maiziere expresó también su preocupación por los intentos de grupos islamistas de reclutar seguidores en esos albergues y por la posibilidad de que integrantes del grupo islamista radical Estado Islámico (EI) se camuflen entre los refugiados.

Sin embargo, admitió que todavía no se ha probado ningún caso y y aseguró que cada una de esas pistas se estudia "con total atención y cuidado".

También informó de la existencia de "indicios" que apuntan a que grupos salafistas y organizaciones extremistas intentan captar seguidores en los albergues en los que se aloja a los cientos de miles de refugiados que llegan al país.

Las autoridades están especialmente preocupadas por que esas personas y grupos hayan elegido como objetivo concreto a los menores no acompañados, que son los más vulnerables.

Las fuerzas de seguridad alemanas estudian también si existe una tendencia al alza de la criminalidad en las localidades que están recibiendo más solicitantes de asilo para adoptar las medidas necesarias.

Aunque en algunas zonas concretas sí han aumentado los robos y otros delitos, el ministro señaló que no se puede hablar de una tendencia generalizada, pero prometió que se seguirá vigilando de cerca la evolución de la situación.

No hay problemas de criminalidad entre los refugiados sirios, añadió el ministro en referencia a una de las principales nacionalidades entre los solicitantes de asilo.