Los equipos de rescate reanudaron ayer la búsqueda de sobrevivientes por el deslizamiento de tierras que el jueves pasado arrasó un asentamiento en Guatemala y que provocó al menos 31 muertos y 450 desaparecidos.

El alud, provocado por las intensas lluvias que cayeron en el país en los últimos días, arrasó con un asentamiento en la colonia El Cambray II, del municipio de Santa Catarina Pinula, a unos 22 kilómetros de la capital.

El encargado del puesto de control de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Sergio Cabañas, indicó a la agencia EFE que hasta el momento son 31 las personas fallecidas -3 de ellas menores de edad-, 36 las rescatadas con vida, 450 desaparecidos y entre 125 y 150 viviendas dañadas.

El número de evacuados descendió en las últimas horas al pasar de 63 este viernes a 36 en la primera hora de hoy debido a que muchos se trasladaron a casas de familiares o amigos.

Las operaciones de búsqueda se suspendieron el viernes a las 20 hora local (23 de Argentina) por medidas de seguridad y falta de visibilidad y fueron retomadas ayer con mejores condiciones meteorológicas y sin lluvias hasta la tarde, según el pronóstico.

Hasta el momento se movilizaron unos 30 vehículos pesados y 875 efectivos, pero esperan que esta cifra aumente hasta los 1.800 en pocas horas.

Este es uno de los mayores desastres naturales que sufre Guatemala en lo que va de año, un hecho que obligó a las autoridades a declarar ayer un alerta naranja institucional y roja a nivel municipal en la zona afectada.

Las autoridades explicaron que asentamientos como El Cambray II son producto de "invasiones" de terrenos por parte de familias que migran a las periferias de la ciudad y construyen sin tomar en cuenta parámetros de prevención de riesgos.

De acuerdo a la Conred, solo en el área metropolitana hay 232 asentamientos considerados "de riesgo", al estar ubicados en laderas o barrancos, y se calcula que en ellos viven unas 300.000 personas.