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04-10-2015

Crece el racismo en Alemania

Unos 630.000 refugiados e inmigrantes entraron a Europa este año.

La fuerza Frontex, encargada de vigilar las fronteras de la Unión Europea (UE), informó ayer que alrededor de 630.000 refugiados e inmigrantes ingresaron ilegalmente al bloque regional en lo que va del año, al mismo tiempo que un nuevo ataque contra un centro de refugiados expuso la escalada racista en Alemania.

"Registramos alrededor de 630.000 cruces fronterizos ilegales hasta el fin de septiembre", informó el director ejecutivo de Frontex, Fabrice Leggeri, en una entrevista con el medio regional francés EBRA, que será publicada mañana, según informó la cadena France 24.

La cifra supera ampliamente el número de personas que, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), llegaron a Europa tras cruzar el mar Mediterráneo. Hasta el viernes pasado, habían calculado casi 533.600 refugiados e inmigrantes.

Al mismo tiempo que Frontex confirmaba lo que había anunciado la ONU -que la llegada masiva de refugiados no había terminado- uno de los principales países receptores de refugiados e inmigrantes, Alemania, volvía a ser protagonista de una creciente violencia racista.

Un grupo de personas desconocidas prendió fuego ayer un centro de refugiados en Friemar, en el este de Alemania, sin dejar víctimas, según informó la Policía local.

"Fue un incendio provocado contra un edificio habitado y con ello un atentado contra la vida de gente que busca refugio entre nosotros", fue la condena que expresó el primer ministro del estado federado de Turingia, Bodo Ramelow, desde su cuenta de Twitter.

No es la primera vez que un centro de recepción de refugiados es atacado en Alemania.

El sábado otro incendio consumió un edificio que debía utilizarse en el futuro como centro de recepción de refugiados en Turingia, en la localidad de Bischhagen. Aún no está claro si fue un ataque o un accidente.

El jueves pasado el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, había advertido sobre el "aumento del racismo y la intolerancia" que existe en Alemania, especialmente a partir de la llegada de cientos de miles de refugiados de Medio Oriente y África.

Según un informe de este Consejo de Europa, la ola de racismo se está expresando en disturbios ante centros de refugiados, incendios provocados en estos alojamientos y amenazas concretas.

Al día siguiente el gobierno alemán prometió que actuará "con toda la fuerza del estado de derecho" contra los autores de ataques ultraderechistas a extranjeros y albergues de solicitantes de asilo.

Mientras los ataques contra símbolos de la llegada de nuevos refugiados continúan en Alemania, la coalición de gobierno encabezada por Angela Merkel sigue haciendo públicas las tensiones que creó la recibida de cientos de miles de refugiados.

Merkel reiteró ayer que no limitará el derecho de asilo político consagrado por la Constitución alemana, tal como pidieron sus socios bávaros de la Unión Socialcristiana (CSU).

La canciller insistió también en la necesidad de un reparto justo del número de recién llegados entre los países de la UE y rechazó la sugerencia del ministro de Finanzas del estado alemán de Baviera, Markus Söder, de construir alambradas para proteger las fronteras alemanas.

"Creo que las alambradas no ayudan en nada, ya lo vimos en Hungría", sentenció Merkel en una entrevista con la radio local Deutschlandfunk.

Sin embargo, al mismo tiempo su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, volvió a reclamar públicamente que "se limite el influjo desde Europa", en una entrevista con el canal local ZDF.

"Europa necesita prepararse para tomar gente...pero nosotros no podemos hacer lo imposible", agregó el ministro, días después que funcionarios de Bavaria informaran que alrededor de 200.000 refugiados e inmigrantes ingresaron este año a Alemania.

Hasta ahora la UE sólo consiguió un acuerdo entre la mayoría de los países miembros para repartirse en dos años 120.000 refugiados, que actualmente esperan en los dos mayores puertos de entrada al continente, Grecia e Italia.