LONDRES, Inglaterra.- El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, afirmó ante el Sínodo General de los anglicanos que, en la lucha global contra el extremismo y el fundamentalismo, habrá momentos en los que se requerirá "el uso de la fuerza armada".

En un discurso pronunciado durante la inauguración del Sínodo General, Welby se refirió a los recientes atentados terroristas del día 13 en París perpetrados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que causaron 130 muertos.

"Los eventos sucedidos en París nos han roto el corazón. El extremismo religioso es global y se enfrenta a nosotros con una lucha ideológica generacional", afirmó el religioso en el evento, inaugurado por la reina Isabel II, que pidió "unidad" entre los cristianos para abordar asuntos difíciles.

Dentro del contexto actual, Welby habló de una "guerra contra el extremismo y el fundamentalismo, que prefiere desafiar a Dios mismo en lugar de vivir en paz con aquellos a los que estamos llamados a amar".

En esta línea, el religioso aceptó que, en esa lucha, habrá momentos "que impliquen el uso de la fuerza armada (...). Diferiremos entre lo que es correcto y lo que es equivocado".

En este punto, el arzobispo hizo un llamamiento a los obispos anglicanos para que colaboren a "superar el extremismo no con extremos, sino con esperanza y amor".

Más de un año después de que la Iglesia Anglicana abriera las puertas a que haya obispas por primera vez, el Sínodo debatirá también otras cuestiones como los desacuerdos internos sobre el matrimonio entre homosexuales.

En su discurso, Welby pidió "diferentes maneras de debatir juntos" asuntos como "los temas de la sexualidad".