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28-11-2015

Bélgica se recupera de una semana de sobresaltos por la máxima alerta terrorista

Arrestaron a una sexta persona vinculada a los atentados en París. Los servicios de alojamiento y gastronomía y las empresas de Bruselas perdieron unos 52 millones de euros diarios.

BRUSELAS.- Bélgica se recupera todavía de una semana de sobresaltos que comenzó con el cierre de colegios, comercios y parte del transporte público por la máxima alerta terrorista en su capital, y concluyó con una sexta persona arrestada tras varios registros y operaciones policiales.

El ministro de Asuntos Exteriores del país, Didier Reynders, intentó de nuevo ayer limpiar la imagen de un país que fue señalado por sus vínculos con los atentados del 13-N en París, así como por su mala gestión de la información que ya poseía sobre varios de los terroristas, que no permitió ni prevenir los ataques ni detener al presunto yihadista Salah Abdeslam, aún en busca y captura.

"Las investigaciones dirán dónde fueron organizados los atentados, yo no lo sé. Estoy lejos de estar seguro que los atentados de París se organizaron aquí", sostuvo Reynders en una entrevista que publica ayer el diario Le Soir.

El ministro dijo que no se trata de negar los problemas y reconoció que la comunicación entre las distintas instancias del país "no ha sido siempre óptima" en los últimos días.

"El jueves (el día que se rebajó el nivel de alerta en Bruselas de 4 a 3) recibí mensajes de los medios antes de tener la información oficial", admitió, al tiempo que apeló a que cada instancia vea qué es lo que no funcionó y lo remedie.

El anunció el jueves de la rebaja de la alerta en Bruselas, sin haber detenido a Salah Absdeslam ni haber encontrado armas ni explosivos en los últimos registros, sorprendió casi tanto como la repentina suba al nivel máximo en la madrugada del sábado.

El primer ministro belga, Charles Michel, anunció entonces que la capital vivía bajo un riesgo "inminente" de atentado terrorista, lo que desencadenó una situación sin precedentes en Bélgica, con el cierre por primera vez de las escuelas durante el lunes y el martes.

Al día siguiente, el domingo por la noche, se realizaron 19 registros en la región de Bruselas que acabaron con 16 detenidos, entre los que no estaba Absdeslam.

Todos menos uno quedaron en libertad sin cargos al día siguiente.

El lunes se hicieron otras siete redadas antiterroristas en el país, en las que también se detuvo a varias personas, pero solo una fue puesta bajo mandato de arresto, ya el martes.

Ese mismo día, la autoridades belgas emitieron una nueva orden de arresto internacional y europea, en esta ocasión contra Mohamed Abrini, de 31 años, quien fue visto con Salah Abdeslam, sospechoso de participar en los atentados de París.

El ministro Exteriores, por su parte, confirmó el miércoles que las autoridades belgas buscaban a unas diez personas "que irían fuertemente armadas y que poseerían explosivos", y que "tendrían la intención de cometer un atentado del mismo tipo que en París".

Al día siguiente se produjeron nuevos registros en las localidades de Auvelais y Verviers y dos personas más fueron detenidas, una como sospechosa y otra como potencial testigo.

Una de ellas, de la que no se reveló la identidad, fue inculpada el viernes con cargos de comisión de atentados terroristas y participación en actividades de un grupo terrorista, y se sumaría a las otras cinco personas que permanecen arrestadas en Bélgica por sus vínculos con los ataques de París: Hamza Attou, Mohamed Amri, Lazez Abraïmi, Ali Oulkadi y un quinto individuo que, según los medios belgas, sería Abdeilah Chouaa.

Pese a la intensidad de los registros y a la ausencia de grandes resultados, el jueves se decretó la baja de la alerta terrorista en Bruselas al nivel 3, el mismo en el que se encuentra el resto del país.

El primer ministro belga indicó que la decisión fue adoptada de manera "independiente" por el Órgano de Coordinación para el Análisis de la Amenaza (Ocam) y rehusó dar explicaciones sobre los motivos concretos por cuestiones de seguridad.

Varios medios de comunicación del país citaron entonces a analistas y expertos en seguridad que apuntaron a que esta decisión podría haber tenido que ver con la presión ejercida por los sectores más perjudicados económicamente por el estado de alerta.

La hostelería (alojamiento y gastronomía) y las empresas de Bruselas habrían perdido unos 52 millones de euros diarios en esos seis días de alerta máxima, según un cálculo difundido hoy por la cadena VRT.

El impacto en el sector de la hostelería, los comerciantes y los productores de alimentos frescos ascendería a alrededor de 22 millones de euros al día.

Por su parte, las empresas que se vieron obligadas a producir menos, sobre todo por la ausencia de una parte de su personal, habrían incurrido en una pérdida de casi 30 millones de euros diarios.

En el extremo contrario, se situaron los negocios online, que vieron aumentar sus ventas, y los servicios de guardería que estos días estuvieron especialmente solicitados por el cierre de las escuelas.

Según el ministro de Empleo, Kris Peeters, 535 empresas invocaron ya la medida de "paro temporal por causa mayor", publicó ayer "Le Soir", que también apunta a una bajada del 20% en el número de pasajeros en el aeropuerto de Bruselas, así como en las reservas de noches de hotel en la capital.