por Jesús García Becerril

MADRID.- España abre en la medianoche del próximo jueves la campaña para unas elecciones destinadas a renovar el Parlamento y elegir un nuevo Gobierno, que se presentan, por primera vez en varias décadas de democracia, como una amenaza al bipartidismo y sin pronóstico claro.

Durante quince días los políticos podrán pedir el voto para sus partidos y el sábado 19 habrá una jornada de reflexión previa a la cita con las urnas del día siguiente, el 20 de diciembre.

Unos 36,5 millones de españoles están convocados a votar en estos comicios sobre los que las encuestas coinciden en que serán necesarios los pactos para gobernar, pues todo apunta a que ningún partido obtendrá mayoría absoluta.

Por primera vez tras la recuperación de la democracia, en 1977, las elecciones pueden acabar con el bipartidismo tradicional y abrir el campo a otras formaciones.

PP (en el poder) y PSOE (en la oposición) se alternaron en el poder desde 1982 y ahora afrontan la realidad de dos nuevos actores que pueden ser decisivos a la hora de configurar mayorías.

Se trata de Ciudadanos (centristas liberales) y Podemos (izquierda), dos formaciones que adquirieron gran protagonismo a nivel nacional. Un factor a tener en cuenta es que sus máximos líderes y aspirantes a presidente del Gobierno tienen 36 y 37 años respectivamente.

Las elecciones regionales y municipales de mayo pasado, aunque ganadas en número de votos por el PP, fueron un duro golpe para este partido, ya que perdió el poder en muchos municipios y regiones.

Y es que los dirigentes de Ciudadanos y Podemos configuraron nuevas mayorías locales y, en el caso del segundo, incluso accedió al poder en ayuntamientos como Madrid, Barcelona y Zaragoza, gracias a coaliciones con otras fuerzas.

Ahora, a nivel nacional, las encuestas atribuyen un mayor protagonismo a Ciudadanos, hasta el punto de que algunos sondeos le sitúan en pugna con los socialistas por la segunda plaza.

El PP de Mariano Rajoy, que gobernó con comodidad los últimos cuatro años, perderá la mayoría absoluta y, si quiere mantenerse en el poder, tendrá que pactar.

Dado que en España no parece previsible un "gran coalición" a la alemana entre PP y PSOE, la única opción de Rajoy para seguir en el Gobierno sería un pacto con Ciudadanos, aunque el líder de este partido, Albert Rivera, no parece favorable a que el actual jefe del Ejecutivo repita en el cargo.

Populares y socialistas, amenazados por las nuevas formaciones, se identifican mutuamente como el principal rival, en un intento de conseguir el llamado "voto útil" y depender lo menos posible de otros socios.

Y es que en un escenario inédito en la democracia española, ningún partido llegaría al 30% de los votos, según las encuestas.

Después de un Gobierno en el que los principales temas de debate fueron la economía y la corrupción, el último tramo está protagonizado por la controversia sobre los independentistas catalanes, que desde finales de octubre impulsaron en el Parlamento regional planes para la secesión de ese territorio.

El Tribunal Constitucional suspendió cautelarmente el proceso que, a su vez, perdió fuerza por las dificultades de las dos formaciones soberanistas de ponerse de acuerdo en la elección de un gobierno para esa región de 7,5 millones de habitantes.

No obstante, el tema estará presente en la campaña, lo mismo que el papel de España en la lucha contra el terrorismo yihadista después de los atentados de París.

España tiene experiencia en este sentido, pues sufrió el 14 de marzo de 2004 atentados de islamistas radicales que dejaron 191 muertos en Madrid; por eso la hipótesis de una mayor implicación en la lucha contra terrorismo yihadista es un tema muy sensible.

EFE.