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02-03-2012

El rol de las opciones en la crisis actual

por Germán Fermo (*)

Los mercados actuales, caracterizados por una altísima dosis de volatilidad, implican una gran utilidad para el armado de portfolios enteramente conformados por opciones. Existen dos grandes grupos de posiciones: a) aquellas armadas directamente en el subyacente (por ejemplo, comprado S&P); y b) aquellas armadas en opciones sobre el subyacente (por ejemplo, una combinación de calls y puts comprados y vendidos sobre el S&P).

La gran utilidad es que el riesgo implícito en posiciones armadas con opciones puede ser lo que uno "quiere que sea". Esto es lo ventajoso de las opciones porque una posición dada puede "apalancarse agresivamente" y de esta forma implicar un riesgo hasta superior a una posición directa en el subyacente o por el contrario, puede armarse con poco leverage y de esta forma tener un riesgo relativo menor.

De esta forma, las opciones brindan la chance de armar portfolios "a medida" y presentarle al inversor una enorme variedad de perfiles de riesgo/retorno, cosa que una posición armada directamente en el subyacente no puede hacer.

La principal ventaja de las posiciones opcionalizadas es que se las puede armar con "pérdida acotada y conocida al inicio de la posición". Esto significa que si el escenario termina siendo el opuesto al que se tenía en mente al iniciarlas, no se corre el riesgo de cerrar la posición en momentos de pánico tomando enormes pérdidas, de volver a armarla cuando todo parece mejorar, y de volver a cerrarla cuando todo empeora nuevamente, entrando en un ciclo peligroso de toma de pérdidas frecuentes.

Durante el 2011, el mercado transitó escenarios de altísima negatividad y volatilidad semejante en ocasiones a la observada en el último trimestre del 2008 con la quiebra de Lehman Brothers. Recordemos, por ejemplo, que el S&P el lunes siguiente a la baja en la calificación crediticia de Estados Unidos hizo en el día un -7% lo que en condiciones normales puede ser el retorno de todo un año. A modo de ejemplo, supongamos entonces dos estructuras diferentes: a) comprados directamente en el subyacente, b) comprados pero en posiciones opcionalizadas con protección a la baja.

Tanto la posición directa en subyacente como la opcionalizada han tenido que transitar días muy negativos durante los últimos meses del 2011. Esto implica que optimista o pesimista, se hace muy difícil armar una posición sin que explote virtualmente en la cara a sólo horas de haberla iniciado. Y ante esta realidad es importante enfatizar en la metodología al armar posiciones: directamente en subyacente (pérdida sin límites) vs. opcionalizadas con pérdida acotada al inicio (pérdida con límites y conocida). Es muy útil preparar a la posición para que resista en la forma más eficientemente posible la explosividad que hemos observado en los mercados en estos últimos meses y no creo que eso cambie para el 2012 aún cuando el año haya comenzado "pintado de rosa".

Por lo que con toda la negatividad y volatilidad del 2011, sería más que razonable esperar que la posición definida directamente en el subyacente haya sido cerrada en algún momento de pánico de los tantos que tuvo el pasado año. Por el contrario, la posición opcionalizada si bien transitó momentos muy negativos, tuvo mejores chances dado que fue construida con pérdida acotada al inicio.

Perder en posiciones forma parte de las malas cosas que pueden ocurrir en el manejo de carteras. Lo que realmente preocupa en el contexto actual es la sensación de que la pérdida no tenga límites y hubo muchos momentos del 2011 en donde la posición directa en subyacente probablemente haya generado esa sensación para sus tenedores, para los muchos años que todavía le quedan a esta crisis este será un patrón repetitivo. En las posiciones opcionalizadas se tienen dos ventajas importantes: a) acotamiento de pérdida, y b) la necesidad de no tener que cerrar y permitirle a la posición retornar eventualmente.

La principal ventaja de las estrategias opcionalizadas en contextos como el actual de altísima volatilidad es la capacidad de sobrevivir a la negatividad, de ponerle una cota conocida a la pérdida máxima al iniciar la posición, de no tener que cerrarlas si el mercado entra en pánico y eventualmente terminar hasta positivas aún cuando les toque navegar semanas enteras de pérdidas significativas.

Una cosa era armar posiciones direccionales en los buenos tiempos del carry-trade: 2003, 2004, 2005, 2006. Desde el inicio de la crisis en el 2007 ese ya no es el caso, si el inversor desea jugarlo comprado riesgo global no hay que olvidarse ni en un sólo instante que a este mercado no hay que creerle nunca por más bueno o malo que parezca todo y entonces armar posiciones con protección en todos los casos. La metodología para navegar este mercado sumamente irracional es clave y probablemente culmine en mejores retornos relativos.

(*): Ph.D. in Economics (UCLA) y director de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella.