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30-09-2014

Una periodista fue asaltada y lastimada por un "trapito" en la 9 de Julio

El ladrón simuló limpiar el vidrio del auto de Lorena Maciel, pero en un descuido le arrebató el celular, le pegó en la mandíbula y salió corriendo. "Fue en un lugar lleno de gente, a plena luz del día y no había un solo policía", se quejó la periodista.

BUENOS AIRES.- La periodista Lorena Maciel fue víctima de un robo en la esquina porteña de 9 de Julio y Corrientes por parte de un "trapito" que, tras simular limpiar el vidrio de su auto, logró arrebatarle el celular, le pegó en la mandíbula y salió corriendo, mientras la mujer bajó del vehículo e inició una persecución sin poder alcanzarlo.

"No fue un segundo, fue un minuto eterno, en un lugar lleno de gente, a plena luz del día y no había un solo policía", se quejó la periodista del canal de cable TN, quien señaló que agentes de la Metropolitana le dijeron que "hasta que no se solucione el tema del predio Papa Francisco, en Villa Lugano, todos los efectivos" están afectados en esa zona.

En declaraciones periodísticas, Maciel contó que el episodio ocurrió a las 18.20 de ayer cuando salió del canal para ir a buscar a su hija al club donde concurre asiduamente, y que ya pasada la situación, "la Federal y la Metropolitana se empezaron a pelear por el lugar donde hacía yo la denuncia".

"En el semáforo de la 9 de julio y Corrientes -avenida que no voy a tomar más, al menos hasta que se solucione el tema en el predio Papa Francisco-, se me tira encima un trapito; yo estoy acostumbrada: mujer, te ven sola, se te tiran encima para ver que tenés adentro...", señaló.

Lorena Maciel prosiguió: "Yo pensé que me querían limpiar el auto, al que adelanto para decirle 'no' y me dice: 'eh, me estás pisando'. Paro, 'te digo que no quiero', me dice: 'bue, pero una monedita', y me empieza a limpiar el auto. Viene del lado del conductor, y ahí vio que yo tenía el celular".

"Abro la ventanilla, me dice: '¿me das la moneda que tenés ahí?'. Subo la ventanilla, me dice: 'me agarraste la mano', mete el brazo, resisto, me empuja, me pega en la mandíbula, en la parte izquierda de la cara, yo sigo resistiendo, me agarra el celular y se va corriendo", continuó su relato.

La periodista añadió que, sin dudarlo, ante ese cuadro, se bajó del coche y comenzó a perseguir "a los gritos" a su agresor, dejando su auto abierto en plena 9 de Julio.

"Cruzo Bernardo de Irigoyen porque esa es una salida directa al subterráneo, (estación) Carlos Pellegrini, bajo al subte, lo corro, le grito a la gente, pasó por el molinete, voy al final del andén, pero ahí está la conexión con las otras líneas de subterráneos, por lo cual es una línea de fuga inalcanzable" a favor de los delincuentes, señaló Maciel.

La profesional lamentó el contrapunto que dijo haberse generado entre los efectivos de la Metropolitana y los de la Policía Federal por el ámbito donde debía ser radicada la denuncia.

"Me impresionó: 'Usted haga lo que quiera, puede venir a Parque Patricios porque esta es jurisdicción de la Metropolitana, pero si no a la comisaría de la Federal que le queda más cerca'. Vino el patrullero de la Federal y me dijo lo mismo", detalló Maciel.

Insistió en que los efectivos de la Ciudad de Buenos Aires admitieron que en los alrededores de la esquina de 9 de Julio y Corrientes hay unos "cuatro o cinco detenidos por día" pero que, de todos modos, los involucrados "entran por una puerta y salen por la otra".

"Sufrí una vez el robo de mi cartera, con un ladrillo, en Mario Bravo y Córdoba, pero no fue tan violento como esta vez", indicó Maciel y dijo sentirse "triste" por la actitud de distancia de la ciudadanía ante el hecho de la que fue víctima.

Maciel manifestó que, por la agresión del "trapito", aún tiene "marcas" en la cara y dolor "en la mandíbula, el oído izquierdo y el brazo".

La periodista volvió al tema de la seguridad: "Le pregunté a la Metropolitana que por qué, siendo un lugar tan neurálgico de la Ciudad y tan clave para la fuga para los que cometen este tipo, ya que ahí está el subterráneo y es tierra de nadie porque se bifurca hacia un montón de líneas, no hablaron con Metrovías para que tenga al menos dos tipos de seguridad, que cuando ven alguien corriendo, que lo agarren".