BUENOS AIRES.- La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, rechazó hoy los paros docentes y las protestas con cortes de rutas, al afirmar que "no se tiene que herir los derechos del otro" y pidió que se reclame "sin molestar al otro porque en vez de simpatía se tiene antipatía" por la demanda.

Tras aclarar que no estaba al tanto de la represión que sufrieron ayer los trabajadores de la autopartista Lear, durante una protesta por despidos en la Panamericana a la altura de General Pacheco, Carlotto sostuvo que "el derecho a peticionar es un derecho constitucional", pero remarcó que "no se tiene que avanzar sobre otros derechos".

Carlotto también se manifestó contra los paros docentes, al expresar que "siempre" ha "estado de acuerdo con el reclamo de los maestros porque los sueldos siempre han sido malos", pero remarcó que "lo que no" concibe "es que se deje sin escuela a los chicos".

En conversación con radio La Red, la dirigente por los derechos humanos fue consultada sobre los piquetes como metodología de protesta, a lo que respondió que el derecho a reclamar "no tiene que herir los derechos del otro".

"O acaso las Abuelas y las Madres no peticionamos haciendo una concentración en la plaza donde no cortamos el tránsito", enfatizó Carlotto, quien llamó a los manifestantes a hacer "el pedido sin molestar al otro porque en vez de simpatía se tiene antipatía por el pedido".

En tanto, expresó que su "temor siempre fue que una persona desesperada se lleve por delante a la gente porque tiene que salvar la vida a la persona querida".

Sobre los paros docentes, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo indicó que "con días de clase perdidos se consume un tiempo que tendría que estar dedicado a la enseñanza", por lo que afirmó que "la escuela tiene que funcionar todos los días que sean necesarios".

"Yo soy docente y he apoyado siempre las demandas porque nuestros sueldos siempre han sido malos, pero lo que no concibo es que se deje sin escuela a los chicos en un momento en que se necesita educarlos", sentenció.

Al respecto, agregó que si los chicos no van al colegio "se van a para otro lado y además las familias trabajan y no tienen dónde dejar a sus criaturas entonces se hace un complejo social grave".

"Yo insto a mis queridos colegas docentes a reclamar, pero sin perjuicio", interpeló Carlotto, quien recordó que cuando empezó a ejercer la docencia "iba hasta los sábados a trabajar" porque "hay que priorizar la educación".