Los gremios denunciaron presiones del gobierno para controlar las paritarias
Pablo Moyano y Armando Cavalieri criticaron el "tope" de ajuste salarial "de 25, 26 por ciento" que pretende el Ejecutivo. No descartan medidas de fuerza. Randazzo pidió acuerdos "razonables" entre empresarios y trabajadores.
BUENOS AIRES.- Dirigentes gremiales denunciaron "presiones" del gobierno nacional a empresarios y sindicatos para que los aumentos salariales de este año no superen un "techo" del 25 por ciento y dejaron abierta la posibilidad de realizar medidas de fuerza en reclamo de una suba "razonable" ante la inflación.
En ese sentido se pronunciaron el secretario general del Sindicato de Choferes de Camiones, Pablo Moyano, y el jefe del gremio de Empleados de Comercio, Armando Cavalieri, quienes criticaron el "tope" de ajuste salarial "de 25, 26 por ciento" que pretende el gobierno.
Desde la Casa Rosada, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, pidió que en las paritarias se busquen acuerdos "razonables" entre empresarios y trabajadores para lograr un aumento de salarios "conveniente para ambos".
En este clima de tensión, varios gremios retomarán esta semana las discusiones paritarias, entre ellos, la Unión Obrera Metalúrgica, que conduce el jefe de la CGT afín al gobierno, Antonio Caló; el de Comercio, y el de Aceiteros.
Pablo Moyano denunció que "el gobierno está presionando, está apretando a los empresarios de cada actividad para que no firmen más de un 25, un 26 por ciento".
Pese a ello, el sindicalista aseguró que el gremio de los Camioneros "teniendo en cuenta la inflación que hubo el último año" va "a pedir entre un 38 a 40 por ciento".
En este sentido, recordó que ese sindicato firmó en la negociación paritaria de 2014 un aumento salarial de "33 por ciento", y alertó que "seguramente no vamos a firmar por menos" de ese porcentaje.
Consultado sobre la posibilidad de medidas de fuerza, subrayó que "teniendo en cuenta la inflación, el impuesto a las Ganancias que hace rato venimos reclamando y el gobierno no escucha estos reclamos, seguramente nuestra organización va a ser puntapié en este reclamo".
En igual sintonía, Cavalieri cuestionó al gobierno por "imponer una barrera al salario" porque, dijo, que así "le ponen un tope al crecimiento", y abogó por "la libertad de negociar".
Cavalieri incluso confirmó que había dialogado sobre la situación con el ministro de Trabajo nacional, Carlos Tomada, quien le reconoció que recibía "órdenes superiores" para no avalar subas salariales del 30 por ciento.
En ese marco, consideró que el ministro de Economía Axel Kicillof "está enfrascado en una posición, creo que equivocado, porque a él le conviene muy mucho que el mercado interno tenga crecimiento, capacidad impositiva".
"No habla bien de Kicillof el tema este de imponer una barrera al salario", juzgó Cavalieri, quien comparó esa postura con la que esgrimía el ex ministro de Economía Domingo Cavallo "que decía permanentemente a mayor salario mayor inflación".
En contraposición, el presidente de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez dijo al diario Perfil que está "totalmente de acuerdo con ese máximo (de 25 por ciento), es sólido para evitar que se disparen los precios".
Randazzo dijo que espera "una relación racional y razonable por parte de los sindicatos y empresarios para que el aumento al que se llegue sea conveniente para ambos".
El funcionario pidió "cuidar lo que se ha logrado en todos estos años" y "proteger el empleo", a la vez que destacó la importancia de "mantener el poder adquisitivo de los trabajadores".