BUENOS AIRES, - La primera dama bonaerense y titular de la Fundación Banco Provincia, Karina Rabolini, mantuvo ayer una serie de actividades en Córdoba, un distrito clave en la apuesta del candidato presidencial oficialista, Daniel Scioli, para sumar votos de predicamento peronista que permitan una victoria en primera vuelta en octubre.

En su rol de "embajadora" del sciolismo en el interior del país, Rabolini desembarcó en Córdoba para mantener una reunión con el obispo de la localidad de San Francisco, Monseñor Sergio Buenanueva, y encabezar un encuentro con "200 mujeres emprendedoras" de ese distrito, consignaron desde el equipo de la primera dama bonaerense.

La visita de Rabolini se produce en momentos en que el sciolismo ajusta los detalles de la campaña que desplegará en el distrito para capturar parte de los votos obtenidos en las PASO por el gobernador José Manuel De la Sota, quien quedó a mitad de camino de las presidenciales al ser derrotado por Sergio Massa en las internas del frente Una Nueva Alternativa (UNA).

En esa compulsa nacional, De la Sota obtuvo el 6,40 por ciento de los votos, una cifra nada desdeñable para el sciolismo en su objetivo de sumar al 38,4 por ciento cosechado en las PASO el porcentaje necesario para superar la barrera de los 40 puntos o aventajar por más de una decena al candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri.

Según trascendió, la estrategia de campaña apunta a seducir al electorado delasotista del gobernador electo, Juan Schiaretti, y de los intendentes justicialistas que ven amenazados sus terruños ante las expectativas generadas por la performance de Cambiemos en el distrito.

En las PASO presidenciales, De la Sota se impuso en Córdoba con el 33,1 por ciento de los votos, seguido de cerca por Macri, con el 29,5 de los sufragios, y Scioli en tercer lugar, con el 14,6.

La diferencia de 3 puntos entre los guarismos obtenidos por Scioli y el candidato a gobernador cordobés del kirchnerismo, Eduardo Accastello, quien reunió el 17,2 por ciento en las elecciones provinciales de julio, permite al comando de campaña sciolista ilusionarse con terreno fértil para sumar adhesiones en la tierra del candidato a vicepresidente Carlos Zannini.