?Es muy valioso analizar en el arte la actual crispación?
Ricardo Darín habla de "Relatos Salvajes". El protagonista del episodio más contemporáneo del filme de Damián Szifron habló de esta película y otros aspectos profesionales. El esperado estreno, finalmente, se concretará este jueves.
Por Gabriel Imparato
Este jueves en más de 300 salas se estrenará a nivel nacional la película ?Relatos Salvajes?, tercera realización del autor y director Damián Szifron, que cuenta con las actuaciones de Leo Sbaraglia, Oscar Martínez, Darío Grandinetti y Ricardo Darín en sus roles centrales.
En su hogar y antes de la premiere, Ricardo Darín dialogó con LA CAPITAL sobre la película y otros temas.
- Estuviste en Cannes respaldando esta película y antes de volver confirmaste tu nuevo trabajo artístico.
- Sí, fue una estadía europea muy exitosa en ese sentido, primero estuvimos con Damián y todo el elenco en el Festival de Cannes y la recepción no pudo ser mejor, fue muy bueno, no hablamos de un ?cine argentino en Cannes? pero sí de un cine que tiene una gran fuerza y que colocó cuatro películas en la última edición. No me quiero comer ningún amague en estos casos, pero merece que lo celebremos. Ojo, tampoco me quemó la cabeza caminar por la alfombra roja de Cannes, ya tengo la mente en lo que sigue y es una película para la que firmé contrato, se llama ?Truman?, es un protagónico junto a Javier Cámara, nos dirigirá el catalán Cesc Gay, que ya me había dirigido en ?Una pistola en cada mano?. El título tiene que ver con el reencuentro de dos grandes amigos de la infancia en Madrid. Debido a la enfermedad de uno de ellos, Truman es el perro que acompañará al personaje enfermo, tengo confirmado rodar en octubre y estuve ensayándola, todo eso me obligó a terminar a fin de mayo las fechas de ?Escenas de la vida conyugal?.
- Encarnás a un ingeniero en demolición que constantemente sufre la grúa del estacionamiento. ¿Cómo fue trabajar con Damián Szifron en este bloque de ?Relatos Salvajes??
- Muy bueno, es una pieza única, es una especie de joya, hay un diamante que se va puliendo a sí mismo, creo que nos va a dar muchos motivos de charla, Damián se está jugando una carta muy brava con este formato, es un formato atípico para nuestro cine.
- ¿Por qué es atípico?
- Porque son seis cuentos metidos adentro de una película, no es una historia, son seis historias, es una jugada de altísimo riesgo, un filme al que le tengo mucha fe. El hilo conductor, la columna vertebral que atraviesa todos estos cuentos es la intolerancia, la ira, es hasta qué punto debemos medir cada cosa que hacemos y decimos para no provocar tal cosa y la otra. Es una película orbitando la crispación, un análisis bastante profundo de eso y me parece muy valiente de Damián meterse con un tema así. Hoy es muy valioso analizar en el arte la actual crispación.
- Desde ?El secreto de sus ojos? Argentina no participó otra vez del Oscar. ¿Deberás filmar nuevamente con Campanella para que tengamos otra chance allá en Hollywood?
- (risas) Es lógico interpretar o entender que en esa preselección e incluso la selección final, los votantes, los tipos que van a ver las películas, nos consideren. En ?El hijo de la novia? aparecimos atrás del pelotón y llegamos al último día con chances a la final pero eso es medio piantavotos, nos daba ultraganadores, pero en ese final ?Bosnia? metió un fustazo y ganó. Por eso fue lógico en la siguiente con ?El secreto de sus ojos? que había un antecedente previo con el mismo director y actor, eso debe haber operado a favor nuestro bastante, igual no creo que tenga que estar yo para que sea nominado un filme argentino, sería muy soberbio eso.
- En medio de este éxito será difícil que vuelvas a estar en TV, lo único que podría alterarlo es un millón de dólares para que participes en un unitario o formato similar.
- Sabés, no creo que pase por ahí, obvio que me suena insoportable la idea de estar tantas horas grabando en un estudio de TV, pero aclaro primero que no tiene nada que ver la cuestión económica. Lo único que me puede volver a tentar de volver a hacer televisión en formato obviamente de mini-serie o unitario semanal, es que aparezca un libro que me descabece, que pueda decir: ?Guau, qué lindo personaje, qué historia potente, esto vale la pena hacerlo?. Ahí sí, me meto seis meses de mi vida en estar cada día en un estudio de televisión aceptando sus normas, esos códigos, o sea las reglas de juego de la TV, que no son las mismas que tuve la última vez que hice televisión.
- ¿Cuál es el punto que hay que corregir en el país para que comience a evidenciarse un cambio general?
- Probablemente en este momento nuestro talón de Aquiles en el país es la educación y la cultura, creo que tenemos que hacer una gran revisión cultural, eso no puede venir nunca delante de que nos demos la mano, miremos el mismo lugar y nos sintamos orgullosos de ser argentinos todos, sin discriminar a nadie. Nadie es más argentino que el otro, ?yo soy el dueño del patriotismo y vos no, vos sos un apátrida, porque pensás distinto a mí?. Hay que trabajar en esa zona para ver si existe la posibilidad de esa? no quiero utilizar la palabra ?conciliación?, la única vez que la usé casi me queman en la hoguera, parece ser que son términos que están tachados. No podés decir ?reconciliación? porque lo usó la iglesia en la época de la dictadura. Trato de ser cada vez más prudente, el que se quema con leche cuando ve la vaca llora, soy como el negro de Misión Imposible, si toco el cable equivocado, vuela todo a la mierda (risas), la única salida real posible armoniosa y amistosa entre nosotros es recordar que todos queremos que a este país le vaya bien. Los políticos tienen que sentarse a hablar juntos, por más que piensen diferente. ¡No perdamos tiempo!