"Me gustaría hacer un tema a las dos novias de Maradona"
Después de sus primeras funciones en el Luna Park, Joaquín Sabina llegará esta noche a Mar del Plata, para presentar su espectáculo "500 noches para una crisis".
El cantautor español Joaquín Sabina volverá esta noche a Mar del Plata, para presentar, a partir de las 21 en el estadio Polideportivo "Islas Malvinas", su último espectáculo: "500 noches para una crisis", en relación a su épico disco "19 días y 500 noches".
Desde la organización del show informaron ayer que la boletería se abrirá a partir de las 10 y, que a pesar de la buena respuesta de público, continúa la venta de entradas.
Sobre su regreso a esta ciudad, que pisó varias veces solo o acompañado por su connacional Joan Manuel Serrat, señaló recientemente: "Estoy con ganas de encontrarme con el cariño de aquellos que siempre están en esos shows que doy, es una ciudad hermosísima que me recuerda mi país, celebro la vuelta muy entusiasmado".
Durante la charla con LA CAPITAL, el artista también aludió a la desaparición del líder de Soda Stereo, momento donde se pone muy serio y emocionado a la hora de afirmar que "no tuve el menor contacto con Cerati, por eso como compañero de oficio lamenté realmente muchísimo lo que le pasó, pero no tuve relación personal ni artística con él, en este momento lamento haberme perdido a un gran artista, lo percibí en los shows del fin de semana y sé que aquí todos viven un inmenso dolor tras lo ocurrido".
- ¿Cómo encajan el título del show y el álbum elegido?
- La gira se llama "500 noches para una crisis", obviamente alude al álbum "19 días y 500 noches", que es un disco fundamental en mi discografía, a mis 50 tuve un ACV y dejé de pasar las noches en los bares, decidí dejar de lado toda esa intensidad. En el show hacemos once de los trece temas que tiene el disco, una quedó afuera por su letra de tradición taurina y la otra, "De purísima y oro" también no la hacemos y es mi favorita. Este álbum vino ni bien terminé "Enemigos íntimos", tanto con mi trabajo con Joan Manuel como en ese con Fito. Lo primero que sentí después fue una enorme necesidad de respirar un aire personal, me entregué muy profundo e intenso a este trabajo. Ahora cada noche con la gente mantengo la curiosidad para ver si esas canciones siguen vivas, es el álbum más intenso de toda mi carrera.
- Viniste decenas de veces, ¿este país te genera algo especial?
- Totalmente, cada vez que estoy aquí siento la sensación de estar en el lugar donde más me gusta estar, percibiendo los olores, los sentimientos y esas cosas que me ponen feliz, todos esos paisajes me son muy familiares, lo puntual es que mi amor por Argentina es real, siento que es un lugar que cambia todo el tiempo, un país al borde del abismo que siempre está resucitando. Habrá alguna nostalgia tanguera, me gustaría ser Gardel pero me falta mucho.
- Sos un buen retratista del país. ¿Le harías una canción al papa Francisco con todos tus oropeles líricos?
- A Bergoglio, no, soy muy poco piadoso, poco piadoso, yo le haría un tema a las dos novias de Diego Maradona (risas) o a los doce apóstoles, o a Popeye, pero a Bergoglio no.
- Artistas como Les Luthiers, Yes, Virus o Roger Waters han consagrado el último lustro a las antologías en vez de editar un nuevo trabajo. ¿Te ocurre lo mismo en estos tiempos?
- Las antologías las hace uno en el escenario, sucede cada una de las noches cuando sales al escenario, eliges las canciones cada día, ves cuales te parecen mejores o mucho más atractivas en ese momento. De vez en cuando las casas de discos hacen álbumes recopilatorios, discos de los que no me ocupo porque lo hacen ellos, supuestamente pueden por esos contratos leoninos y nada más, pero este álbum que tocaremos no es una antología, es una obra entera, es un momento, son mis cincuenta años de vida.
- Venís de respaldar la salida de la película "El símbolo y el cuate".
- Sí, es la película que hizo Francecs Relea sobre la última gira que hicimos y estoy muy feliz que él haya hecho este filme, se trata de los dos tours que hicimos con Joan Manuel Serrat, un trabajo que hace hincapié especialmente en toda esta parte del continente. Nos daba la sensación de que era la fiesta por el hecho de estar juntos y compartir con varias generaciones una especie de esperanza democrática, tocando en lugares donde el pueblo fue tan maltratado, la película -que viene acompañada por otro cd con canciones en vivo- muestra nuestra relación de amor con esas naciones donde ha ido pasando de todo. Es ese nexo con la gente y la película es una historia emotiva muy bien contada y celebro que ese trabajo tan exhaustivo, es un filme que deberían pasar en colegios y universidades. Joan Manuel y yo podemos afirmar que no nos sentimos extraterrestres en el mundo de cine y disfrutamos la experiencia, el director y su equipo fueron algo exquisito en la forma que retrataron la gira.