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17-10-2014

"La ruta de Gardel", motor de integración cultural

por Carlos Castillos

MONTEVIDEO.- Carlos Gardel, cuya nacionalidad se disputan Argentina, Uruguay y Francia, es casi un mito con arraigo universal para los amantes del tango. Y desde este año, su trascendencia sirve para explorar nuevos caminos de integración cultural gracias a una iniciativa nacida a caballo entre Montevideo y Medellín.

Aunque parezca más propia de ofertas turísticas, "La ruta de Gardel" apunta a generar un circuito permanente, activado por proyectos cuyos contenidos giren en torno a la vida y obra del cantor de tango (1890-1935).

Uno de los disparadores fue la visita a Medellín, en 2013, del artista plástico afrouruguayo Jacinto Galloso, quien expuso en el museo Colombo Americano primero y en Casa Gardeliana después "Antiguos amantes del Río de la Plata: tango + candombe". Pocos meses más tarde, seis artistas colombianos, Teresita Gómez y Quinteto F31, viajaron a Montevideo.

El primer circuito de exposiciones, ya dentro de "La ruta de Gardel", se desarrolló en junio en Medellín con el nombre de "El Gardel de su devoción". Escolares de los barrios Manrique y Belvedere de Medellín y Montevideo respectivamente participaron allí en una sección denominada "¿Y quién es ese Gardel?" con dibujos y esculturas sobre "el mago" que tuvieron "un gran éxito" entre los asistentes, según comentó el colombiano Carlos Velásquez, uno de los responsables de esta propuesta.

La experiencia, por ahora binacional, tiene un nuevo capítulo estos días en Montevideo, hacia donde viajó la más numerosa delegación artística colombiana de la historia: 13 miembros, entre músicos, cantores, bailarines, actores y conferenciantes del ámbito tanguero de Medellín, que participan en un festival internacional de tango y visitarán a los niños artistas de la escuela de Belvedere, que ya forman parte también de "La ruta de Gardel".

La idea es seguir permanentemente con exposiciones simultáneas, programas académicos, recreativos, tertulias en lugares no convencionales, espectáculos de música y de danza, programas de radio y televisión, páginas webs, recorridos guiados y publicaciones impresas como catálogos, libros, revistas y guías. Y extender el movimiento hacia Tacuarembó en Uruguay, Buenos Aires, Isabela en Puerto Rico, Toulouse en Francia y otras ciudades tangueras del planeta de lugares tan distantes como Japón o Finlandia.

Hugo Machín, periodista uruguayo radicado en Medellín, precisó que "no se trata de imponer a Gardel y el tango a la fuerza, sino de generar interactuaciones entre diferentes comunidades o sociedades, que tengan en común el gusto por el tango. Pero no quedarse en eso, sino que eso sea el motivo de vínculos hacia otras integraciones culturales".

La ruta de Gardel "no se plantea como una cuestión 'nostalgiosa' de una época y una cosmovisión superadas por la historia, cuando ya el nuevo tango, Astor Piazzolla mediante, ha conquistado ámbitos europeos", dijo Machín. "No entendemos de otra manera la interactuación entre ambas culturas: debe ser de doble vía, para que efectivamente haya un enriquecimiento de los públicos de ambos países, en definitiva, principales destinatarios del trabajo artístico", agregó el periodista uruguayo.

No importa si Carlos Gardel -"El mago", "El zorzal criollo" o "El morocho del Abasto", como también se le conoce-, nació en Tacuarembó, en Buenos Aires o en Toulouse; de lo que no hay dudas es del lugar donde murió. En ello, colombianos y uruguayos están de acuerdo: falleció en Medellín, y esa certeza es suficiente.