Violeta Urtizberea, Inés Efrón, Justina Bustos y Martín Piroyansky presentaron ayer al mediodía el filme "Voley", dirigida por el mismo Piroyansky. El lanzamiento se realizó en la cancha de ese deporte, ubicado en el balneario San Sebastián. Enmarcada en la sección Busco mi destino, el filme se proyectó ayer y volverá verse hoy a las 15 en el Cinema 1.

Ambientada en el Tigre, la película es una comedia de enredos que narra la llegada de un grupo de amigos (Nicolás, Pilar, Cata, Manuela y Nacho) a quienes se les suma la llamativa Belén. Desean pasar juntos la noche de fin de año lejos del mundanal ruido. Esa ausencia de interferencias parece bajar las inhibiciones, sacando a relucir los bajos instintos; en especial los de Nicolás, cuya simpática torpeza resulta más efectiva de lo que él mismo espera. Hasta que los sentimientos, de manera salvaje y desatada, hacen su gloriosa entrada.

Piroyansky contó ayer que el protagonista del filme "es un ferviente seguidor de toda teoría que se oponga a la monogamia, para él el amor no existe y el hombre está hecho para saciar su deseo sexual con la mayor cantidad de mujeres posible, por lo que siente que el resto son mandatos sociales".

Fiel a sus ideas, Nico seduce y pasa la noche con cada una de las chicas, aunque después de estar con Manuela -novia de Nacho, su mejor amigo- descubre que está enamorado.

Se trata del segundo largometraje de Piroyansky, quien debutó hace dos años en este Festival de Cine con "Abril en Nueva York" y, a su vez, tiene un largo historial de trabajo como actor en filmes como XXY (2007), El frasco (2008), Excursiones (2009), Mi primera boda (2011) y La araña vampiro (2012).

"Estoy más nervioso que cuando presenté Abril en Nueva York porque esta es una película más grande -se sinceró ayer-. La hice este año, fue una gran experiencia y estoy muy contento de ya poder mostrarla aquí, no veo la hora de ir al cine para verla con el público".

El joven director contó que armó un equipo de trabajo "orgánico", formado por actores y técnicos. "Me parecía importante el hecho de convocar a un elenco que conjugara tanto talento como buena onda. De hecho fue tan placentero trabajar juntos que quedamos todos amigos y nos vemos una vez por semana desde que terminamos de filmar", contó.

Cabe señalar que Piroyansky se trasladó con su equipo a las islas del Delta del río Paraná para rodar esta historia que transcurre, en su totalidad, en una casa ubicada a orillas del río.