Considerado, por sus modos de producción, sus estéticas y sus cambios como  ?el más independiente de los directores independientes del cine argentino? y niño mimado del Bafici, Perrone llega por primera vez al certamen marplatense, algo que pareció llenarlo de alegría a él mismo y a los programadores de la muestra, según dejaron expresamente manifiesto ambos aquí.

Autor prolífico como pocos y con más de 30 filmes, Perrone propone en "Favula" una nueva reinvención de su mirada, alejándose del cine de registro más social para proponer una relectura del primer cine, en una película absolutamente lúdica y pensada como un cuento infantil.

El amor por el artificio y la ensoñación, el manejo de unos medios técnicos poco desarrollados que creaban un modo particular de hacer cine, unas luces que varían de intensidad y una lente que se hace más circular o rectilínea, la presencia del estudio como lugar de juego y fantasía, la velocidad, el cine gestual sin palabras, la elección por la ternura, son todos elementos de aquel cine primigenio que están presentes en la nueva película de Perrone.

Filmada en blanco y negro, muda y por breves instantes con un lenguaje inventado e inentendible que tiene subtitulado, ?Favula? es una película con dos realidades:  la pesada y dura de una casa humilde a la que llega una joven desamparada que es tratada con violencia por una mujer y otra, de ensoñación, de escape que transcurre en una suerte de jardín paradisíaco o estanque del Edén, donde hay también otra trama que luego se mezcla y confunde con la primera.

?Sin duda esta película es un cambio en mi cinematografía, durante mucho tiempo me preocupó mucho que mis actores hablaran parecido a la gente y ya me aburrí un poco de escuchar a la gente que no habla como la gente, por eso hoy me divierte más contar con imágenes antes que con palabras" destacó Perrone en charla con el público luego de la primera función de su película en Mar del Plata.

"También -agregó- porque creo que entre 1920 y 1930 se hicieron las mejores películas, que son más modernas que los modernos, por eso  esta idea de tomar el espíritu del cine de directores como Murnau, Dreyer y Vigo y recrearlo?.

"Además -concluyó- me parece un buen momento hacerlo ahora que la película cinematográfica está desapareciendo y yo, que siempre filmé en digital me parece bueno ahora rescatar este cine que se hacía en fílmico, aun cuando los defensores a ultranza del 35 milímetros de hace unos años y que se espantaban por el digital parece que abandonaron la pelea".