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20-12-2014

Salomar: "Pulí el diamante en bruto que había concebido"

El cantautor trabajó este disco sobre la base de una trilogía anterior. Presentará esta noche en el Diagonal cuatro nuevas canciones. Cuenta cómo fue el trabajo junto al productor Oscar Asensio.

Como hace la marea, la orilla o esa escollera que cede un poquito ante cada ola, lo suyo es moverse. "Como siempre he estado y como siempre estaré, será en movimiento", se define Salomar, músico y cantautor marplatense que presentará hoy a las 22 en el escenario del teatro Diagonal su disco "La Perla".

Se trata de una producción discográfica de prolijas doce canciones que afloró recientemente, después de que su música se hiciera conocida a partir de la circulación de la trilogía de La Perla, entre 2009 y 2013. En esa primera obra triple plasmó un sonido independiente, puro y bello.

Ahora, debido a la aparición del productor Oscar "Chino" Asensio, algunas de aquellas canciones encriptadas en esos tres discos -que se hicieron de culto entre su público- adquirieron nueva vida, una prueba más de que el artista es tan inquieto como perceptivo.

"Ante la llegada de nuevas melodías y por consiguiente de un nuevo disco, me di cuenta de que La Perla aún tenía mucho por decir al resto del país, y que ese proceso de aprendizaje a través del cual me había convertido en cantautor necesitaba un cierre de etapa, necesitaba un disco que unificara mi trabajo hecho hasta el momento y que hiciera las veces de carta de presentación en cada uno de mis desembarcos", le contó a LA CAPITAL.

Y agregó: "Sigue siendo un disco y un camino independiente, pero con más pilares que me ayudan a sostener y mover cada nuevo desafío".

Como canción inédita, el artista grabó "Santa Clara", "que no pertenecía a ninguna de mis placas" anteriores, confirmó. Y en el show de esta noche, planea también mostrar un set de cuatro canciones inéditas que no están en el disco, y de las cuales tres vieron la luz recientemente.

"Es una especie de obsequio a todas aquellas personas que me siguen desde el principio aquí en la ciudad, y más allá de recibir con amor a esta nueva Perla, tienen ganas de escuchar algo de lo más fresco", dijo y contó que le espera un verano de recitales en Mar del Plata, Villa Gesell, Santa Clara del Mar y giras que lo mantendrán ocupado durante todo 2015. "Aún se está confirmando la grilla, pero como siempre he estado, y como siempre estaré, será en movimiento".

"Puro disfrute y sincronía"

"La Perla" lo grabó junto a un grupo de invitados: Rodrigo Manigot de la banda "Ella es tan cargosa", Guillermo Vadalá, Mariano Domínguez, bajista actual de Calamaro y ex Illia Kuryaki, Luis "Papa" Pastor (bajista de Carlos Vives), Juan Blas Caballero en bajo (productor de Abel Pintos) y Matías Cella en bajo (productor del disco "Amar la trama" de Jorge Drexler ), entre otros.

-¿Cómo fue la relación con el Chino Asensio? Te buscó él, lo encontraste vos, estabas buscando un productor?

-El chino dio con mi música y se contactó conmigo un año antes de la producción, para comentarme que le había gustado y para hacerme saber que podía contar con él. Al momento de decidir grabar el disco, pensé en él y percibí cierta sensibilidad en su manera de trabajar, lo que confirmé en nuestra primera reunión. Luego, hacer el disco, fue puro disfrute y sincronía.

-¿Necesitabas variar tu sonido, hacer algunos cambios?

-Mas que todo, necesitaba plasmar mi obra con esa voz que había llegado al punto de madurez exacto, donde me sentía cómodo para transmitir. Lo mismo con las bases. Necesitaba el ojo de todo un equipo que complementara mi visión y la pudiera profundizar, para pulir el diamante en bruto que había concebido.

-¿Cómo fue el proceso de selección de canciones, con qué criterio trabajaste cada una?

-Hicimos una preselección de unas veinticinco canciones y a partir de ahí fuimos bajando el número hasta llegar a doce. Cada semana de selección íbamos dejando afuera las que sentíamos que tenían que salir en base a un concepto de disco que queríamos generar. Estuvimos siempre muy conectados durante cada etapa de la elección. Luego fue sentarnos en su estudio, a guitarra pelada y frente a frente, trabajando juntos en las nuevas estructuras. Lo más difícil de perder, casi como en la vida fue la costumbre. Lo más fácil fue entregarme a un tipo que de producción sabe mucho más que yo.