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27-01-2015

Murió el cantante griego de origen egipcio Demis Roussos

El cantante griego de origen egipcio y voz aterciopelada Demis Roussos, que vendió más de 60 millones de discos en todo el mundo, falleció este fin de semana a los 68 años en un hospital privado de Atenas.

Sus largas y vistosas túnicas eran, junto a su barba y su melena descuidada, las señas de identidad de Demis Roussos, cuya muerte se conoció ayer; una imagen que iba a la perfección con su tranquilidad y una sencillez que promulgaba desde sus canciones de amor, tan pegadizas como sus melodías.

Incluso en algunos casos, el éxito de una canción se basaba en la simple repetición cacofónica de un sonido sin significado alguno.

Así fue con uno de sus mayores éxitos, "Mañanas de terciopelo" ("Velvet mornings"), que en 1973 puso al mundo entero a bailar al ritmo de "triki, triki, triki, triiiki, triki, Mon Amour, triki, triki, triki, triiiiii".

Acompañado de un leve chasquido de dedos, el cantante, fallecido este fin de semana en Atenas aunque la noticia no se hizo pública hasta ayer, convirtió esta canción en un himno que cantó en griego, inglés, francés o español, entre otros idiomas.

Un artista internacional que supo salir de la limitación que le imponía su idioma, el griego, que él reconocía como complejo y muy local, pero que supo exportar a través de esas melodías que le hicieron tan popular en casi todo el mundo, aunque el éxito que logró en España no fue comparable a ningún otro.

Los años setenta y ochenta fueron de gran éxito para el cantante, que sin embargo pasó por un momento personal muy complicado.

En 1982 publicó el libro "Una cuestión de peso", un relato personal sobre su larga lucha contra la obesidad, un problema contra el que luchó toda su vida y que le hizo caer en una grave depresión en aquella época.

A eso se unió un acontecimiento en el que el artista se vio desgraciadamente implicado en junio de 1985.

Roussos era uno de los pasajeros del vuelo TWA 847 que volaba de El Cairo a San Diego y que fue secuestrado por un grupo radical islámico poco después de cumplir su primera escala en Atenas.

Desviado al aeropuerto de Beirut, el avión viajó entre la capital libanesa -en plena guerra civil- y Argel, ida y vuelta mientras parte de los pasajeros permanecían a bordo, entre ellos Roussos, a quienes los secuestradores incluso obsequiaron con un pastel por su cumpleaños, que era el 11 de junio.

Un hecho que superó con la ayuda de su fe y su pertenencia a la iglesia ortodoxa griega, con la que ha colaborado cantando en templos de todo el mundo.

Aunque no paró de trabajar y en los noventa produjo canciones sin parar, el éxito ya no le volvió a acompañar al mismo nivel y ni los discos de recopilación de sus éxitos le devolvieron la gloria de antaño.

Su último disco, "Demis", se publicó en 2009, y nunca suspendió sus conciertos. El próximo estaba fijado para el 12 de marzo en Moscú y algunas informaciones apuntaban a un próximo trabajo que nunca verá la luz.

Según los medios, la familia de Roussos prefirió esperar hasta ayer para dar a conocer la noticia de forma que esta no coincidiera con la histórica jornada electoral vivida en Grecia, en la que el izquierdista Syriza se hizo con una amplia mayoría. Nacido en Alejandría (Egipto) en 1946 en una familia griega de confesión ortodoxa, Artemios Ventouris Roussos regresó a tierras helenas a los 12 años y se inició en el mundo de la música en los años sesenta, primero como humilde trompetista de bar, después en un conjunto y finalmente en solitario, con gran éxito en la década de 1980.

Roussos, que labró gran parte de su popularidad en Francia, formó parte de Aphrodite's Child, como bajista y cantante en temas como "Rain and Tears", compuesto por Vangelis.

Tras la disolución de la banda en 1971, lanzó su carrera como solista, consagrándose en 1973 con el disco "Forever and Ever" y convirtiéndose diez años más tarde en una estrella internacional con unos 60 millones de discos vendidos en todo el mundo.

Roussos, al que físicamente se recordará por sus formas orondas y su barba y melena blanca, colocó su voz suave y melódica al servicio del amor y publicó cerca de treinta álbumes a lo largo de su carrera, con canciones en griego, francés, alemán, inglés o español.