Bajo la dirección de René Bertrand, Beto César interpreta en "Tu cola me suena" a Daniel, quien, a punto de casarse con Gloria (María Eugenia Ritó), cree que ésta lo engaña con su mejor amigo (Germán Krauss), situación que le ha provocado un shock por el cual sufre de un raro tipo de impotencia.

La serie de enredos tendrá que ver con los intentos de su amigo y su médico (Daniel "la Tota" Santillán) por solucionar la situación de Daniel. En este periplo, entrarán a escena Andrea Estévez, Federico Bal, Sabrina Ravelli, y una desopilante Divina Gloria.

Si bien, en un diálogo con LA CAPITAL, César se encargó de poner de relieve sus inicios como actor, es un hecho que, para el gran público, el salto del humorista a la interpretación en la comedia coincidió con su aparición en el concurso "Bailando por un sueño", donde se destacó con la interpretación de personajes graciosos.

-Varios elencos ya manifestaron que no les está yendo como esperaban ¿A ustedes cómo les está yendo?

-A nosotros nos está yendo bien. Yo creo en la ley de la atracción y todo lo que tirás al universo, vuelve. Decir que todo está mal es atraer más de lo mismo. Me parece que hay que hacer al revés.

-¿Sos místico?

-Me gusta. He leído mucho. Yo soy católico apostólico romano y, más que místico, tengo una mente abierta y creo que hay que saber que hay una energía superior a nosotros.

-¿Qué pensaste cuando te llegó el papel de un hombre con problemas sexuales?

-Primero, cuando leí el libro, me asombré, porque no es un típico personaje que le dan a alguien que viene del palo del humor. Este personaje gana en la medida en que está sacado. Como en "Relatos salvajes. Salvando las distancias, no te reís por lo que dice Darín, porque lo que está viviendo es enloquecedor. Te reís por lo que hace. Yo, con este personaje, estoy tres tonos más arriba que mis compañeros, al borde de un ataque de nervios. Me encantó y me pareció un desafío, porque está buenísimo hacer un papel que no sea el de exitoso.

-Vuelco a la comedia...

-Mis primeras palabras fueron como actor, en un concurso que hacía Osvaldo Pacheco, en el viejo Canal 9 de (Alejandro) Romay. Después tuve un dúo cómico, después Gerardo (Sofovich) me vio y me contrató para "La noche del domingo", donde hacíamos unos personajes que todo el mundo creyó que pasaba por el chiste, y eso era sólo una excusa del diálogo. Y así fui creciendo, entre la comedia, la revista y el unipersonal, porque si algo tengo es la autonomía de agarrar mañana la valijita y salir a hacer mi unipersonal otra vez.

-¿Te sorprendió a vos también, como al público, el éxito que lograste en el "Bailando 2013"?

-El público te redescubre y se va sorprendiendo. En el unipersonal, me vieron haciendo imitaciones o cantando y se sorprendieron, también. Yo tengo casi 45 años de carrera y hay quienes no vieron lo anterior. El "Bailando..." es muy positivo porque me abrió a un público que no manejaba. Ojalá hubiese estado en el "Bailando 2014", porque reinó el humor, donde había un Marcelo Tinelli diferente, casado, con un nuevo hijo, que se dedica a lo que más le gusta, que es San Lorenzo. Yo agarré otro Tinelli, encarado hacia el bolonqui. A mí me llevaron como parte de un combo Carmen Barbieri-Santiago Bal-Fede Bal-Ayelén Paleo-yo. ¿Qué querían de mí? Que siguiera esa línea. Y yo creo haberle torcido el brazo a Marcelo y haberlo llevado para el lado del humor. Yo fui quien puso la alegría y el humor en ese "Bailando...". Por ahí, mucha gente se sorprendió por eso.

-¿Qué diferencias encontrás entre el humorista y el comediante?

-Yo vengo de una época de los grandes: Marrone, Dringue Farías, tipos muy importantes de la revista. Y nadie decía que eran humoristas, eran actores cómicos y que se dedicaban a la revista como a los papeles en sus películas. La prueba de esto es que en el festejo de los veinte años de Pol-ka, en los elencos había una cantidad de cómicos: Fabio Posca, (José Luis) Gioia, (Juan Carlos) Calabró, que pasaron por ahí haciendo personajes serios. Somos actores. No hago esa diferencia. Nosotros, los actores cómicos, creo que hacemos lo más difícil, que es hacer reír a la gente. El drama no nos asusta.

-¿Te gustaría hacer una tira en televisión?

-¡Ah, me encantaría! Tocaste mi debilidad. Me gustaría hacer ficción en televisión y más en cine. Hice una sola película, picaresca, con el querido y recordado por mí Hugo Sofovich ("La herencia del tío Pepe"). Y me gustaría hacer una tira para Pol-ka o quien sea.

-¿Un malo, te gustaría?

-¡Sí, claro! Me gustaría hacer cualquier personaje que me desestructure y que me permita mostrar algo diferente de lo que la gente conoce de mí. Me gustaría que la gente diga: 'Mirá lo que está haciendo este tipo'.

-¿Estás en el mejor momento de tu carrera o sólo el de mayor exposición?

-El que estoy viviendo es el mejor momento, siempre. Y mucho mejor que este es el que vendrá. Es verdad que estoy pasando un momento de la vida muy importante, porque no sólo estoy en la comedia, sino que también volví a mi viejo amor, que es la radio, en Mitre Mar del Plata, haciendo "Juntos a la par", con Fabián Banchero.

-¿Cómo está hoy la relación con Federico Bal? ¿Hicieron las paces o sólo una tregua?

-Nos llevamos bien porque hemos logrado establecer un plano en que prime la buena onda, hacer un pacto de no agresión. Todas las veces que nos abrazamos nos damos manija para que sea lo mejor lo que se vea en el escenario. Tiene muchas ganas de aprender, lo veo muy bien sobre el escenario. Tuvimos una larga charla y estamos recomponiendo una relación. Eso no quiere decir que salgamos a comer juntos, ni nada. Me invitó para Noche buena y para Año nuevo, para que pasara a brindar por su casa, y le dije que me disculpara, pero que ya va a llegar el momento. El lo entendió. Quiero que le demos tiempo a esta relación. No existe la palabra "rencor" en mí, así que, seguramente, pronto vamos a estar comiendo un asadito.