Divina Gloria participa del elenco que, de martes a domingos, sube a escena en el teatro Provincial (Boulevard Marítimo y Las Heras) con "Tu cola me suena", obra de Guillermo Camblor dirigida por René Bertrand.

En la comedia que protagonizan Germán Kraus, Beto César y María Eugenia Ritó, Divina Gloria interpreta a Carlota, una futura suegra que intenta, por todos los medios, frustrar el casamiento entre su hija Gloria y Daniel. Pero, en medio de enredos y malentendidos, el público descubre el deseo incontenible de Carlota y su avidez por los jovencitos.

La actriz que venía de hacer en Buenos Aires la brillante comedia de William Shakespeare "Como les guste", se incorporó al elenco de "Tu cola me suena", junto a Federico Bal, Daniel "la Tota" Santillán, Andrea Estévez y Sabrina Ravelli.

"Tengo muy buen feedback con todos", comentó Divina y agregó que fue Federico Bal quien "metió presión" para que ella estuviera.

"Estamos muy asombrados con el boca a boca porque, en definitiva, el que dice que sí es el público, y acá viene a divertirse, a reírse mucho y termina parado, aplaudiendo, a los gritos, tipo cancha. La verdad, creo que estamos haciendo un éxito y que supera lo que esperaba", dijo con respecto al transcurso de enero en el teatro.

La actriz recordó la experiencia del verano 2014 con "Sorpresas", junto a Carmen Barbieri y Moria Casán: "El año pasado fue muy difícil la temporada. Me acuerdo que hubo muchos problemas en diciembre, que fueron de conocimiento público: con saqueos, mucha violencia".

"La cola es de Divina Gloria"

A pesar de sus pacaterías y sospechas sobre su yerno, Carlota se destapa en una escena en la que aparece en ropa interior y despierta un aplauso cerrado en la platea. "Carmencita Barbieri dijo: 'la protagonista es María Eugenia Ritó, la cola es la de Divina Gloria'", bromeó Divina y agregó: "La gente lo recibe con una ovación no por mí, sino por la situación desopilante que sucede dentro de la comedia, con Fede Bal, para colmo. Y le cabe completamente a esta comedia, porque andan todos a las corridas en calzones".

"En realidad, siempre tuve ganas de ser media vedette y siempre, cuando vamos a comer, para divertirnos con mis compañeros, muestro la cola y el hilo dental. Entonces, para esta escena dije: 'Bueno, me pongo una bombachita medio de vieja o, qué se yo, en baby doll' y el director dijo: 'No, ni se te ocurra, salite bien ochenta, con la bombacha bien subida'", confesó Divina Gloria.

El "qué dirán" no tiene peso en sus decisiones, aunque sí tiene en cuenta la opinión de dos personas: su madre y su hijo. Sin embargo, aclaró: "No he recibido ni una cosa negativa de la obra ni me siento juzgada. Todo lo contrario: las señoras y las chicas grandes me dicen: '¡Qué linda estás!' y yo les respondo que no, que la panza, que la celulitis, que esto, que lo otro".

Tal es el desprejuicio con el que aceptó esta escena osada, que aclaró: "Ni siquiera me preparé para este papel, no es que me puse a entrenar o me operé para salir mejor, ni siquiera lo pienso, porque no soy yo la que está ahí, sino Carlota".

Consultada sobre qué significa el cuerpo para la actriz, respondió: "¿Mi cuerpo? Es lo que me separa del afuera, nada más. Ningún rollo". Acerca de si tiene pudor con la exposición del físico, aseguró: "Puedo tener pudor en la vida diaria. Si voy al colegio de mi hijo, voy vestida acorde a la situación, pero arriba del escenario he hecho cosas que, como persona, no habría hecho".

Energía y sudor

Acerca de la protagonista de la comedia, dijo la "chica Olmedo": "Me divirtió mucho que me llamaran para ser la mamá de María Eugenia y me pareció genial porque ella me encanta, aunque no la conocía, pero me parecía como que teníamos una onda parecida, somos chiquitas, polvoritas, rubias, y me parece una persona con mucha luz. Ella, además de bailar increíble, es una comediante genial, es muy copada como actriz".

Divina contó que improvisan mucho sobre el escenario y graficó: "Durante los ensayos fuimos modificando cosas, adaptando del libro, y que, con María (Ritó) hay cosas que inventamos y que quedan y son un gol. Siempre decimos que no podemos estar al 30 por ciento, así que terminamos empapadas de transpiración".

Ella prefiere la noche

Como siempre, este verano, su hijo Lenny (14) la acompaña permanentemente. Prefiere las noches a la mañana y aprovecha las madrugadas, a la salida del teatro o la vuelta de las cenas con el elenco para hacer las compras diarias.

Aunque le encanta ver el mar, sólo se metió en él una vez en la temporada, y fue de madrugada, con su hijo. "Soy muy blanca y no me hace bien. Además, no me hacen bien los cambios fuertes de temperatura. Todos pasamos, de alguna forma u otra, en mayor o menor grado, por una disfonía, así que trato de descansar y de cuidar las cuerdas vocales", explicó.