Vimos por primera vez a Calcetino y Don Satur en el circo, hace un par de años atrás. O quizá antes, jugando en alguna varieté en Mar de Fondo o en el mismo Galpón de las Artes donde este verano, finalmente develaron cómo se conocieron, en una infancia cercana, a la vuelta de la esquina.

Porque lo que proponen los dos payasos con nariz y sin chalupas, tan, pero tan parecidos a nosotros, gente común que nos sentamos de este lado del teatro, en la platea y a oscuras para poder emocionarnos a gusto, es un viaje a los tiempos de la infancia, los juegos compartidos, los deberes de la escuela, la chocolatada a la tarde, los encuentros y los dramáticos desencuentros, esos que parecían para siempre pero que duraban media hora…

Una historia tan simple como simple es la vida cuando se es pibe y la comunicación no pasa por un celular última generación sino por dos latas unidas por un hilo o las peleas son por un partido de fútbol y el amor es puro y tan incondicional, que hasta podríamos, como ellos -y si las tuviéramos-, intercambiar las narices, el mayor acto de entrega que puede tener un payaso.

"Recordis" propone, en definitiva, no sólo el recuerdo de ese mundo, sino reconocer la importancia de no olvidarlo definitivamente. De rescatarlo de tanto en tanto y permitirse inflar un globo o jugar a la rayuela y que no haya nada más importante que eso en ese momento.

Sebastián Dativo y Ezequiel Martín Pérez –conmovedores con sus clowns-, bajo la excelente dirección de Gonzalo Brescó, lograron este verano algo muy difícil para el teatro independiente: llenar la sala (y el Galpón de las Artes no es de las más pequeñas) y agotar las entradas todos los lunes, sólo con el boca a boca, más eficaz que cualquier aviso publicitario.

Lo más notable, es que lo hicieron con una obra sencilla, sin estridencias y casi sin escenografía.

Claro, a falta de complejidad, escenografía y publicidad, "Recordis" tiene sensibilidad, nostalgia, emoción y talento.

Así cualquiera…

"Recordis" –dicen- volvería en abril al Galpón de las Artes. Que así sea.