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04-03-2015

"Somos del palo del teatro, todos los esfuerzos los ponemos ahí"

Protagonista de "Mientras cuido de Carmela", obra con la que ganó el Estrella de Mar en Espectáculo Unipersonal, Manuel Santos Iñurrieta ya está en Buenos Aires montando "Fidel, Fidel, la prensa en conflicto", que estrenará en abril. Es que este marplatense no descansa: piensa, sueña y vive en teatro, un mundo donde el entramado ideológico es fundamental.

Marplatense de nacimiento pero instalado desde hace casi veinte años en Buenos Aires, donde con un grupo de  compañeros -Julieta Grinspan, Carolina Guevara y Marcos Peruyero- formó El Bachín Teatro, Manuel Santos Iñurrieta no abandona nunca su ciudad. 

Aquí dirigió varias obras y presentó las suyas. Con la última, "Mientras cuido de Carmela", este año ganó el Estrella de Mar por Espectáculo Unipersonal, llenó El Séptimo Fuego todos los jueves y emocionó y divirtió hasta las lágrimas a marplatenses y turistas que se acercaron a la sala de la calle Bolívar.

Manuel Santos Iñurrieta ya está pensando en la nueva obra, que El Bachín estrenará en abril en Buenos Aires, "Fidel, Fidel, la prensa en conflicto". Como siempre, una obra que intenta ser comprometida, movilizante y transformadora, así como encara el teatro El Bachín...

Poco antes de partir de la ciudad, el actor, director y dramaturgo dialogó sin apuro con LA CAPITAL, de todas esas cosas que son su pasión y su vida...

-Es raro que alguien se vaya a Buenos Aires para seguir trabajando en el teatro independiente y no apunte a "ser conocido"...

-No, porque yo tuve una escuela de teatro muy fuerte acá, con mi maestro Antonio y bueno, nos entusiasmamos con el teatro. Y el teatro es una disciplina a la cual hay que dedicarle horas, horas y horas. Yo de hecho terminé la Escuela acá (la EMAD), me fui a estudiar dirección a Buenos Aires pero no me dieron las equivalencias y entonces lo que hice fue volver a ingresar a la escuela de teatro, por entonces Conservatorio Nacional, ahora IUNA. Hice dos años, conocí a mi grupo actual de teatro en 1999 y empezamos a hacer teatro, seguimos estudiando, formándonos con otros maestros, yo lo reconozco a Raúl Serrano como alguien muy importante en mi vida profesional, hay un vínculo afectivo y emocional muy fuerte, que sigue hasta el día de hoy, fue un gran maestro. Tuve la suerte de tener maestros que empujaban para adelante, que te invitaban a hacer. El ir hacia la tele o hacia el cine requiere un gran esfuerzo y nosotros somos del palo del teatro, todo el esfuerzo lo ponemos ahí.

-Pero también podrías haber optado por el teatro comercial...

- Sí, sí, pero bueno, hay una concepción grupal de trabajo, de la idea del teatro independiente que se ancla en la historia del teatro nacional, el pensar así, el sentir así, desde el '30 con Barletta (Leónidas, fundador del Teatro del Pueblo, el primer teatro independiente de la Argentina) hasta el día de hoy, que apela al compromiso de asumirse como artista y como productor de una idea de teatro...

-Sin embargo, mucha gente que hoy está en televisión salió de los sótanos del teatro independiente... Fabio Alberti, Campi, Diego Capusotto, Humberto Tortonese...

-Bueno, tendríamos que situarnos en la época no?... de la explosión del advenimiento de la democracia y ellos ahí en el sótano produciendo genialidades y cómo se pensaban ellos en el teatro, cuál era su proyección... muchos siguieron haciendo cosas muy interesantes y otros, bueno, fueron hacia otros lugares... la tele o el cine. El tema es cuando uno hace cualquier cosa en pos de la fama, de la popularidad... me parece que hay mucha gente que va hacia esos lugares honestamente a trabajar en productos artísticos de gran calidad y otros se ven en un brete y asumen hacer cualquier disparate. Que uno no los puede asociar con su trayectoria, con lo que venían haciendo, pero bueno, hay mucha invitación a correrse del camino.

-¿Serías capaz de no dejarte tentar por la televisión con todo lo que eso implica en cuanto a reconocimiento popular y dinero, por no abandonar tu idea de teatro?

-Y... depende de lo que me propongan. Si lo que me están ofreciendo es algo en lo que no estoy de acuerdo ni artística, ni ideológicamente, no lo haría. Por ejemplo hoy está lo de Los Siete Locos, y mirá qué interesante, bueno, ahí me asocio, ahí me gustaría, me prendería. Reconozco que hay cosas en la televisión y en el cine, de gran calidad, de gran apuesta a lo artístico, no solamente la reproducción de una lógica mercantilista del espectáculo.

-Queda claro que no irías a Tinelli, por ejemplo...

-No, la verdad que no iría a Tinelli. Mirá, yo creo que cuando uno fija posición con respecto a Tinelli parecería que la fija en relación a que a uno no le han hecho el ofrecimiento. Pero yo tengo en claro esto: qué es lo que representa Tinelli que a mí me distancia. No es la tele, la tele es un gran medio que hace cosas fabulosas, hablemos de Paka Paka y de tantas otras cosas, tantos unitarios, tantas cosas maravillosas en términos actorales. Pero, digo, ese espacio, el de Tinelli, ¿qué tiene que ver conmigo? sería la pregunta. Todo eso que sucede hoy en la actualidad en ese programa no me representa de ningún punto de vista. La cosificación de la mujer, la idea de entretenimiento, de la comicidad... yo discrepo mucho con ese tipo de comicidad, hay como un vale todo. Ahí se expresa muchas veces "en el humor no hay límites". Y yo no creo en eso. Si todo es humor, nada es humor. Cuando aparece desde ese lugar la idea de que podemos hacer humor con todo, yo no estoy de acuerdo. Para mí el humor tiene que ver con un sentido de clase, entre otras cosas. Por ejemplo yo no hago humor con los pobres, no me río de la pobreza, no me río del dolor ajeno. No encuentro forma de conciliar con eso. 

-¿Cómo se concilian los premios con el teatro independiente?

-Yo creo que hay que jugar en todas las canchas. Uno tiene una forma de pensar sobre el teatro y una mirada sobre el teatro que hace. El tema es si uno entra en el juego, si se cree todo eso como algo que es real, ahí entramos en un problema. En todo caso el premio es un estímulo que se celebra y que se agradece y se aprovecha ese espacio para decir dos o tres, o una o media cosa que valga la pena.

 

Y Manuel Santos Iñurrieta tiene para decir, muchas cosas que valen la pena. Y mucho para mostrar que no solamente habla, sino hace...

Como que es director adjunto del departamento de Arte del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, en Buenos Aires. O que es el responsable de Teatro de la Red de Intelectuales, artistas y movimientos sociales en defensa de la Humanidad, cuya actividad puede seguirse a través de las redes sociales, entre otras actividades que realiza en su tiempo libre o muchas veces, incluso, mientras cuida de Carmela... (que existe y es su hija).