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03-05-2015

"El reconocimiento de la gente no deja de emocionarme"

Ozzy Osbourne brindó un espectacular show en el "Monsters Of Rock". En charla con LA CAPITAL analizó su presente profesional.

por Gabriel Imparato

Convertido en un asiduo visitante al país durante los últimos 20 años, Ozzy Osbourne sabe seguro que trasciende las fronteras de un género musical que encuentra a las nuevas figuras alejadas a gran distancia del nivel ideal. Pero aún a pesar de ser un holgado Mayweather del rock duro, el cantautor nacido en Aston entiende que no conviene creérsela demasiado, algo que pudo comprobar el día anterior LA CAPITAL cuando Ozzy analizó las consultas de este medio.

Mucho más tranquilo con su orden familiar y las respuestas anheladas en lo interno, el músico inglés se refirió al encuentro que sostuvo con Paul Williams el año pasado, cuando el titular de la Ascap (entidad de autores mundiales) lo reconoció en un acto público.

"Sin dudas esa clase de distinciones supera a primera impresión lo que uno entiende, fue muy amable Paul en esa reunión y lo valoro de alguien tan importante, pero aún vivo cosas todavía más fuertes como el cariño del público en todo el mundo, el reconocimiento de la gente no deja de emocionarme", confiesa Osbourne en una sala mientras la intensa lluvia porteña amagaba con arruinar la edición del "Monsters Of rock", detalle que finalmente no sucedió.

El sábado el festival que celebró dos décadas de existencia dejó en claro que depende de intérpretes como Ozzy, Judas Priest y Motorhead, mientras el recambio pasa de baño María a hervor final. Reunidos en Ciudad del Rock, un lugar amplio para shows que tiene pésimo sistema de desagote público en medios de transporte, la nueva edición del evento en la zona de Lugano reunió 36 mil asistentes que demostraron la fidelidad del público para una reunión artística muy clara.

Toda la audiencia llegó temprano para disfrutar de la recuperación del simpático Lemmy de Motorhead, quien sufrió algunos problemas de salud que hicieron peligrar su presencia en el país, recital con un audio complicado. Algo que no padeció Judas Priest, conjunto que siguió en la secuencia de recitales. La banda de Haldford se mostró en forma con la presencia de Ritchie Faulkner, violero de aguerrida estética, show donde Rob cantó aceptablemente esas parcelas menos arrumbadas del repertorio.

Pasadas las 20.40, Ozzy saltó a escena con un equilibrado set mixeando su carrera solista y los clásicos de Black Sabbath, un espectáculo que ratifica la excelente asistencia que Adam Wakeman brinda a la figura inglesa desde sus teclados o como segunda guitarra, en un show con hits como "Mr Crowley", "War Pigs" o "Iron Man", entre otros. Feliz como chico con juguete nuevo, Osbourne se permitió jugar con sus fans, mojarlos con su escopeta de agua y hacerlos cantar a más no poder.

Con las previsibles "Mama I'm coming home" y "Paranoid", el festival cerró con fuerte calidad una jornada adversamente climática, que dejó como foto final la traumática desconcentración de un evento bien organizado que aún no encontró la vuelta para un predio muy alejado de todo.

Los protagonistas argentinos

Bandas representativas del rock pesado argentino de diferentes estilos como Carajo, Plan 4, Malón y El Buen Salvaje, tuvieron una interesante participación en el Monster of Rock 2015 festejando sus 20 años, previo a la llegada de las figuras principales internacionales como Judas Priest, Ozzy Osbourne y Motorhead.

Carajo, una de las bandas de mayor crecimiento en los últimos años, desplegó su ñü metal y su rock alternativo de la mano de Marcelo "Corvata" Corvalán en bajo y voz principal, Andy Vilanova en la batería y Tery Langer en guitarra y coros, interpretando canciones de toda su carrera.

De esa forma fueron pasando "La venganza", "Luna herida", "Libres", "Shock", "Acido", "Sacate la mierda" y "Joder", que tuvieron buena recepción en la gente que aplaudió a los músicos y genero la devolución de Corvata al grito de "aguante el heavy metal".

Otras de las bandas ascendentes como Plan 4, que interpretó canciones en donde mostraron que su búsqueda pasa por llegar al género desde mixturas mucho más modernas.

Javier "Knario" Compiano, el excelente frotman de Plan 4, estuvo acompañado por Gonzalo Espejo en batería, Matías "Lechu" Maharbiz -quien le dedicó la actuación a su madre la cantante Jovita Díaz fallecida la semana pasada- en el bajo y el debut en la guitarra del joven Pehuen Berdun, quien dio con la talla.

Los Plan 4 tocaron canciones como "En mil pedazos", "Mi falta de fe", "El nido de la serpiente" "Entre la vida y la muerte", "En la jaula" -coreado de la gente-, al igual que "Ultimo recurso" y "No me des por muerto".

Malón con sus 20 años de carrera que festejarán en septiembre próximo como lo anunció su vocalista Claudio O'Connor, dejó bien alto la bandera del heavy metal argentino, al dar una exhibición de poderío y garra en el escenario.

El Tano Romano en la guitarra, Juan Carlos Kuadrado en bajo y Pato Strunz en la batería, ofrecieron toda su energía y capacidad que fue celebrada por la gente en canciones como "Malón mestizo", "30.000 plegarias", "Culto siniestro", "Gatillo fácil", "Hipotecado", "Grito de pilaga" y "Tú eres su seguridad".

Bien temprano y con la difícil misión de abrir el Festival, subieron al escenario los chicos de El Buen Salvaje, quienes tocaron algunas composiciones de su álbum "La calma secreta", de donde destacaron "Estratagema", "Proyección" y "Heridas invisibles".